jueves, 28 de marzo de 2024
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Más de 150 adultos serán bautizados durante la Pascua en vicariato de Camboya

Phnom Penh – Camboya (Lunes, 18-03-2019, Gaudium Press) El Vicariato de Phnom Penh, en Camboya, está de fiesta por los 154 adultos que en la noche de Pascua recibirán el sacramento del Bautismo.

La presentación de los catecúmenos ocurrió durante la Misa del primer domingo de la Cuaresma, presidida por el vicario apostólico, Mons. Olivier Schmitthaeusler. La celebración eucarística contó con la participación de representantes de todos los nueve sectores pastorales de la capital.

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En su homilía, Mons. Schmitthaeusler manifestó gran alegría por el hecho de que «cada uno de los adultos llamados encontró a Jesús de una forma personal, siendo acogidos y apoyados por la comunidad cristiana». E invitó a los futuros bautizados a «estar orgullosos de convertirse en hijos e hijas de Dios, con la certeza de que Dios está con vosotros y que os ama, sin límites».

«Sean discípulos y amigos de Jesús y apóstoles testigos de la Buena Nueva, en acto y verdad. Nuestra sociedad necesita de pequeñas luces. Vosotros sois esta sal, esta luz y este fermento en la masa humana. ¡No tengan miedo de testimoniar!», afirmó.

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Volviéndose para los sacerdotes, padrinos y a los que ya fueron bautizados, el vicario apostólico de Phnom Penh exhortó para que «estén próximos de vuestros catecúmenos. Ámenlos y acompáñenlos. Ilumínelos, para que en vosotros vean a otro Cristo. Es una misión que la Iglesia os confía a través de vuestro ministerio y que debe ser la prioridad en estas próximas semanas. Sean esta Iglesia que recibe al futuro bautizado, que será plenamente miembro de nuestra familia y abrirá las puertas de vuestro corazón a los gritos y las miserias de nuestra sociedad. Vuestro testimonio de cristianos será más verdadero y eficaz que bellas palabras sobre la misión. De otro modo, nuestra Iglesia será una Iglesia de buenas intenciones y no dará frutos».

Concluyendo su sermón, el prelado pidió para que la iglesia local se enorgullezca de la misión recibida para que esté a la altura de ella. «Ruego a Dios que nos bendiga y nos tenga en su paz, para que podamos vivir en Él y testimoniar con fervor este amor que nos arde y nos envía». (EPC)

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