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Iglesia en Colombia invita a los fieles a sumarse al día del Niño por Nacer

Bogotá (Viernes, 22-03-2019, Gaudium Press) Este 25 de marzo, en la Solemnidad de la Anunciación del Señor, varios países celebran el Día del Niño por Nacer, ocasión para proclamar el valor sagrado de toda vida humana. Con motivo de esta jornada, la Iglesia en Colombia, desde el Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal, está invitando a los fieles a sumarse a esta fecha especial a través de la oración.

«El próximo 25 de marzo se celebra el Día del Niño por Nacer. La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Departamento de Matrimonio y Familia, invita a unirse a esta conmemoración recordando que desde sus orígenes la Iglesia ha defendido y proclamado el valor sagrado de la vida», dice nota informativa publicada por el Episcopado Colombiano.

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El Día del Niño por Nacer tiene su origen en el año 1993 cuando se conmemoró en el Salvador / Foto: Fiore Bagatello por Cathopic.

Para una mejor vivencia de la jornada, el Departamento de Matrimonio y Familia del organismo eclesial ha preparado una serie de recursos para descargar y utilizar el Día del Niño por Nacer. Estos materiales son: Catequesis por la vida, Vigilia por la Vida, Celebración de la Misa y bendición de las madres gestantes y Rosario por la vida.

Una jornada que nació en América Latina

El Día del Niño por Nacer tiene su origen en el año 1993 cuando se conmemoró en el Salvador con motivo de la Solemnidad de la Anunciación del Señor, nueve meses antes de la Navidad, cuando se celebra el nacimiento del Niño Jesús.

Unos años después, el 7 de diciembre de 1998, en entonces presidente de Argentina, Carlos Menen, decretó de manera oficial que cada 25 de marzo se celebre en su país el Día del Niño por Nacer, cumpliendo así a una promesa que hizo personalmente al Papa en Roma en la iglesia de la comunidad argentina.

A la iniciativa, que nació desde el ambiente laical, se sumó luego la Iglesia con el Santo Padre Juan Pablo II, quien envió al presidente argentino una carta manifestando su apoyo a la iniciativa en defensa de la vida.

«La Iglesia Católica ve en los ataques a la vida humana una grave ofensa al Creador. En este sentido, no he ahorrado esfuerzos para proclamar el valor y carácter inviolable de la misma (…) Últimamente, al dirigirme especialmente a ese amado continente en la exhortación apostólica ‘Ecclesia in America’ he querido reafirmar esta doctrina lanzando mi llamamiento, desde la basílica de Guadalupe, a desterrar para siempre todo ataque a la vida, augurando a la vez que, ‘el continente de la esperanza’ sea también el continente de la vida», dijo San Juan Pablo II en la misiva.

La proclamación oficial de este día ocurrió en Buenos Aires el 25 de marzo de 1999, con la presencia del entonces Arzobispo de Boston, Cardenal Bernard Law, así como Mons. Francisco Gil Hellín, entonces Secretario del Consejo Pontificio para la Familia; el entonces Observador Permanente de la Santa Sede anta las Naciones Unidas, Mons. Renato Martino; además de Mons. Ubaldo Calabresi, Nuncio Apostólico en Argentina; y Mons. Estanislao Karlic, Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, entro otros obispos.

En dicho evento, también se leyó una carta en la que se solicitaba a los presidentes latinoamericanos, de España, Portugal y Filipinas, sumarse a esta iniciativa.

Oración por la vida de San Juan Pablo II

María, Aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a Ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. Haz que quienes creemos en tu Hijo sepamos anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida. Alcánzanos la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda nuestra existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén.

Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia y Vatican.va.

 

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