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Lourdes (Jueves, 21-11-2019, Gaudium Press) Miles de personas pobres (dos tercios de ellas, viviendo en la calle), peregrinaron al Santuario de Lourdes entre el 15 y 17 de noviembre pasados. A su cabeza, Étienne Villemain, iniciador de la peregrinación Fratello a Lourdes.
«Dios pasa por los pobres», afirma Étienne, y para sustentarlo, cuenta una historia:
Una mujer acaba de conocer que sufre de una rara enfermedad, que la llevará a la tumba, prontamente. «Derrumbada, ella va a rezar a la Trinidad. Cuando ella sale de la iglesia, pasa cerca de un hombre pobre. ‘¿No tiene una moneda, madame?’. Ella busca confunamente en sus bolsillos y le da todo lo que tiene. ‘¡Oh, gracias! ¡Es usted generosa!’ Ella responde: ‘Sabe, acabo de enterarme de que voy a morir … ¿Podría rezar por mí?’ El hombre, tocado, la toma en sus brazos. Un gran calor recorre su cuerpo. ¡Ella fue sanada ese día!»
«¡La gente piensa que vivimos en un mundo aparte, y eso no es así!», dice Fabrice, de 48 años. Después de pasar cinco años en la calle buscando en los contenedores de basura en su vecindario de Amiens, tuvo una visión de Cristo. Al principio, nadie le creía: «La gente tiene problemas para escucharnos, ¡pero hay milagros todos los días y en todas partes de la Tierra! Finalmente fue un capellán, en prisión, quien recogió su testimonio. «Yo también tuve problemas para darme cuenta de lo que me estaba pasando. Me conmovió la luz, como parece. En doce años en RSA, solo Dios me tendió la mano».
«No es una iglesia social lo que necesitamos», dice Étienne Villemain, «sino una iglesia fraterna y orante. ¡No estamos aquí para distribuir la sopa popular a los vagabundos, estamos aquí entre hermanos! «Una actitud radicalmente cristiana, que no carece de antecedentes en los santos, según pudo constatar Christine, que vio un espectáculo en Santa Bernadette al comienzo de la peregrinación: «¡Se me hizo divertido ver a Santa Bernadette con los pobres!»
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