jueves, 25 de abril de 2024
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Obispo filipino a los jóvenes: Más tiempo a Cristo y menos al teléfono móvil

Tagbilaran (Martes, 26-11-2019, Gaudium Press) Mons. Alberto S. Uy, Obispo de Tagbilaran, Filipinas, se dirigió a los jóvenes reunidos en la Jornada Diocesana de la Juventud, para proponerles un reto digno de las épocas actuales: desplazar el uso intensivo de los teléfonos móviles y hacer tiempo para Dios. El llamado del prelado se hizo en la Solemnidad de Cristo Rey, por lo que invitó a reflexionar sobre la centralidad de Jesucristo en la vida cotidiana.

DEJAR LOS TELEFONOS Y DEDICAR TIEMPO A DIOS GAUDIUM PRESS.jpg
El prelado advirtió sobre la dependencia a la tecnología y la necesidad de encuentro con Dios. Foto: Adriana Calvo

«Los teléfonos móviles son herramientas útiles, pero deben usarse de forma correcta, porque pueden crear dependencia», advirtió el Obispo, según informó Fides. «Demos más tiempo a Jesús y más atención que la que le damos a los teléfonos móviles. Amen a Jesús más de lo que aman sus móviles». Este desafío no tiene nada de ingenuo. Estudios de hábitos sobre le uso de teléfonos móviles indican que los adolescentes los dejan encendidos las 24 horas y los revisan tan a menudo que frecuentemente no encuentran nuevas notificaciones.

En el caso de México, el 83 por ciento de los usuarios revisan su teléfono en los primeros 30 minutos de la mañana y el 80% lo revisa en los últimos 30 minutos antes de dormir. No existen estudios comparativos que identifiquen la diferencia entre estos y los porcentajes de creyentes que oran al levantarse o justo antes de dormir.

El prelado invitó a los jóvenes a vivir en su vida diaria el Reinado de Cristo, haciéndolo protagonista en todo momento. «Donde quiera que vayas, lleva a Jesús en tu corazón. En las redes sociales, se un pacificador; se un evangelizador, no un promotor de ti mismo», exhortó Mons. Uy. «Tener a Jesús como nuestro rey significa darle un lugar especial en nuestros hogares, escuelas, en nuestras vidas. Jesús es nuestro rey si le permitimos influir en nuestras vidas, nuestras palabras y acciones, nuestras mentes y nuestros corazones».

Con información de Fides.

 

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