viernes, 29 de marzo de 2024
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"La Iglesia en Uganda está creciendo con fuerza", afirma el presidente del episcopado del país

Ciudad del Vaticano (Lunes, 08-03-2010, Gaudium Press) El Papa Benedicto XVI recibió el viernes pasado a todos los obispos ugandeses que vinieron a Roma e hizo un discurso abordando algunas de sus preocupaciones, conforme fue noticiado por Gaudium Press. A la salida de esta audiencia con el Santo Padre el presidente de la Conferencia Episcopal de Uganda, Mons. Matthias Ssekamanya, conversó en exclusividad con la agencia sobre la visita de los obispos a Roma.

El prelado confirmó que, entre los muchos aspectos levantados por el Papa estaba la preocupación con los recientes deslizamientos de tierra y las inundaciones que afectaron al país. El obispo expresó su gratitud por la oración del Papa, que inició su discurso a partir de la tragedia: «Yo les aseguro mis oraciones y cariño para usted y para el Pueblo de Dios confiado a vuestros cuidados. De modo particular mis pensamientos van para aquellos que fueron afectados por el reciente deslizamiento de tierra en la región de Bududa. Yo ofrezco mis preces a Dios Todopoderoso, el Padre de todas las misericordias, que él conceda el descanso eterno a las almas de los fallecidos, y dé fuerza y esperanza a todos los que están sufriendo las consecuencias de este trágico evento».

El presidente del episcopado ugandés subrayó los aspectos positivos de la Iglesia Católica en Uganda, los cuales dijo haber compartido con el Papa. «No estamos aquí para traer malas noticias para el Papa. La buena noticia es que la Iglesia está creciendo con fuerza, el número de los católicos es de cerca de 42%, y éste es un buen número», explicó Mons. Mathias.

Uganda es un país predominantemente agrícola y la Iglesia Católica incentiva a las personas, especialmente a los más jóvenes, a estudiar también otros campos para ayudar a desarrollar el país. Además, con la guerra interna que allí se ha sufrido, muchas áreas necesitan de reconstrucciones, nuevos huérfanos precisan de cuidados, escuelas tienen que ser reconstruidas. En todos estos aspectos, garantiza el obispo, la Iglesia Católica da su propia contribución, principalmente a través de la agencia Cáritas, que está presente en todas las diócesis.

«La Iglesia ha dado una gran contribución en la educación y la salud además de trabajar en hospitales privados abiertos a cualquier persona, sin discriminación», afirma Mons. Mathias, resaltando, sin embargo, que el trabajo eclesial no recibe apoyo del gobierno y haciendo un apelo también a los demás países: «Nosotros todavía necesitamos de ayuda internacional».

Comentando la reciente decisión de su gobierno de implementar la pena de muerte, el presidente de la Conferencia Episcopal de Uganda fue enfático: «Nosotros ya declaramos que la pena de muerte no es una solución para los problemas sociales». Mons. Mathias afirma que la solución es invertir en la educación, en la formación de las personas. «Pero nadie puede decidir sobre la vida de otros, y todos deben ser siempre respetados».

Para el obispo, los crímenes están aumentando en Uganda por causa de la influencia negativa de los países desarrollados. Entre estas influencias, él cita las drogas y la promoción del homosexualismo, que afirma no ser elementos de la cultura ugandesa, y dice que todo esto se está tornando un desafío también para la Iglesia Católica.

Además de la reunión de hoy, el Santo Padre ya se había encontrado con cada obispo individualmente para saber más sobre la situación de la Iglesia Católica en el país. Esta visita tradicional, que acontece a cada cinco años, debería haber sido realizada en 2009, pero por causa de la muerte del Papa Juan Pablo II y la elección de Benedicto XVI, acabó siendo transferida.

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