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Río de Janeiro (Viernes, 20-03-2009, Gaudium Press) En el día consagrado a San José, la Arquidiócesis de Río de Janeiro realizó un merecido homenaje en ceremonia ayer a todos los padres adoptivos de Río de Janeiro. Uno de ellos es Adailton Nóbrega, 59 años. Parroquiano de la Iglesia de San José, es padre de cuatro hijos biológicos y cinco adoptivos.
«Adopción no es voluntad. Es vocación», afirma Adailton, que elige a San José, el Bienaventurado Esposo de la Virgen María, como su santo favorito. «Él crió a Jesús, sabiendo que no era su hijo. San José fue un gran padre de familia. Hoy, sirve de modelo para todos nosotros», se emociona.
Don Adailton no es el único. A ejemplo de él, Anselmo Rangel, 52, tampoco disfraza su devoción por el Patrono Universal de la Iglesia.
«San José es referencia de familia. Siempre recurro a él, cuando necesito de ayuda en la familia», explica Anselmo, miembro del Movimiento Focolares hace 14 años.
«Yo y mi esposa, Elite, no podíamos tener hijos y no queríamos hacer fertilizaciones artificiales. Fue una actitud consciente», garante Anselmo, padre de Natalia. «Pero la espera fue larga. Acostumbro decir que la gestación duró 3 años», bromea él.
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