Mons. Monteiro de Castro, actual secretario de la Congregación para los Obispos, es nuevo Penitenciario Mayor de la Iglesia

Ciudad del Vaticano (Jueves, 05-01-2012, Gaudium Press) Monseñor Manuel Monteiro de Castro, arzobispo portugués de larga experiencia diplomática en la Santa Sede, y desde el 3 de julio de 2009 secretario de la Congregación para los Obispos, ha sido nombrado Penitenciario Mayor. Sucede en el cargo al Card. Fortunato Baldelli, quien se retira por límites de edad. El anuncio fue dado a conocer en comunicado de la oficina de prensa del Vaticano.

Mons. Monteiro de Castro

Mons. Monteiro de Castro, arzobispo titular de Benevento, nació en Santa Eufémia Prazins-de Guimaraes, Portugal, el 29 de marzo de 1938. Ordenado sacerdote el 9 de julio 1961, fue nombrado Arzobispo el 16 de febrero 1985, y consagrado el siguiente 23 de marzo. En el período comprendido entre 1985 a 2009 fue nuncio apostólico en las representaciones de los siguientes países: Jamaica, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago, Granada, Dominica, Belice, Barbados, Bahamas, Antillas, Honduras, El Salvador, Lesotho, Namibia, Sudáfrica; Suazilandia, España y el Principado de Andorra: en el 2007 fue observador permanente de la Santa Sede en la Organización Mundial del Turismo. Desde el 21 de febrero de 2009, es Secretario del Colegio Cardenalicio.

Penitenciario Mayor

Al Cardenal que da solución a las censuras y otorga en nombre del Papa las dispensas a él reservadas, se le llama Penitenciario Mayor desde la época de Clemente V, en plena Edad Media.

El Penitenciario Mayor preside el Tribunal de la Penitenciaría Apostólica. La Constitución Apostólica Pastor Bonus (28 de junio de 1988) confirma que la jurisdicción del Tribunal incluye todo lo que respecta al fuero interno también no sacramental y además todo aquello que se refiere a las concesiones y al uso de las indulgencias, salvo el derecho de la Congregación de la Doctrina de la Fe de examinar cuanto dice a la doctrina dogmática de las indulgencias.

Como dato de interés, se menciona que todos los cardenales encargados de dicasterios de la Curia Romana cesan en funciones a la muerte del Papa, salvo el Camarlengo de la Santa Iglesia Romana y el Penitenciario Mayor.