La justicia no es una simple convención humana y la paz no es la mera ausencia de guerra, afirma el Papa

Ciudad del Vaticano (Viernes, 13-01-2012, Gaudium Press) En la mañana de hoy, el Santo Padre recibió en audiencia privada en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los miembros de la Inspectoría de Seguridad Pública del Vaticano, a quienes afirmó que la justicia «no es una simple convención humana», así como la paz «no es la mera ausencia de guerra o el resultado solamente de la acción humana de los hombres para evitarla».

Ayer el Papa recibió el saludo del alcalde de Roma, Gianni Alemanno

Al inicio del nuevo año el Pontífice recibe en el Vaticano algunos grupos para presentar sus cordiales saludos, agradecimientos y votos. Entre esos grupos, el primero es el de los prefectos y presidentes y colaboradores próximos de la Curia Romana, encuentro que ocurre antes de la Navidad porque la Iglesia inicia el nuevo año litúrgico con el primer domingo de Adviento. Después, en enero, el Pontífice recibe a los embajadores acreditados en la Santa Sede; en seguida a los administradores de la Región Lacio, de la Provincia y de la Ciudad de Roma, así como la Inspectoría de Seguridad Pública del Vaticano, compuesta por los miembros de la Policía italiana, que en un acuerdo entre el Estado de la Ciudad del Vaticano y la República Italiana, ayudan a garantizar el orden público y la seguridad para los peregrinos y turistas en la Plaza de San Pedro y en las zonas limítrofes.

La Sede de Pedro, el centro de la cristiandad, por el hecho de atraer un «gran número de personas de todo el mundo que visita el centro de la Iglesia católica», para la ciudad de Roma, así como para toda Italia, «es una riqueza y un motivo de orgullo», resaltó el Papa.

Benedicto XVI dedicó el discurso de esta mañana al tema de la justicia y la paz a la luz del tema de la Jornada Mundial de la Paz sobre la educación de los jóvenes para la justicia y la paz. «La justicia -continuó- no es una simple convención humana; cuando, en nombre de una presumida justicia, dominan los criterios de la utilidad, el lucro y el poseer, se puede hasta incluso pisar sobre el valor y la dignidad de la persona humana». La justicia es «una virtud que direcciona la voluntad humana» a obrar según la propia razón.

La paz, a su vez, es «profundamente ligada a la justicia», debe ser «animada por la verdad en la caridad». Porque ella no «es la mera ausencia de guerra o el resultado solamente de la acción de los hombres para evitarla», es «principalmente don de Dios».