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Beirut (Viernes, 14-09-2012, Gaudium Press) «Según las condiciones pastorales de cada país de la región, podría eventualmente ser proclamado un Año Bíblico y ser seguido, si esto es oportuno, por una Semana anual de la Biblia». Es una propuesta del Santo Padre, expresada en el punto 74 de la exhortación «Ecclesia en Oriente Medio» para ayudar a los cristianos «de los países bíblicos de Oriente Medio» en el conocimiento más profundo de la Biblia.
«Las escuelas exegéticas de Alejandría, de Antioquía, de Edessa o de Nisibi contribuyeron potentemente con la inteligencia y la formulación dogmática del misterio cristiano en los siglos IV y V. Toda la Iglesia es grata por eso. Los defensores de las diversas corrientes de interpretación de los textos concordaban sobre algunos principios tradicionales de la exegesis, comúnmente admitidas por las Iglesias de Oriente y Occidente. Lo más importante es creer que Jesucristo encarna la unidad intrínseca de los dos Testamentos y consecuentemente la unidad del designio salvífico de Dios en la historia (cfr Mt5, 17)», recuerda la exhortación en el punto 70.
Siguiendo una gran historia y tradición en Oriente Medio. En la exhortación el Papa pide «actuar de modo apropiado una verdadera pastoral bíblica», y explica: «Reencontrando la linfa de los orígenes siguiendo a los primeros discípulos, escogidos por Jesús para ser sus compañeros y para enviarlos a predicar (cfr Mc3, 14), la presencia cristiana tendrá un nuevo impulso. Para que la Palabra de Dios sea el alma y el fundamento de la vida cristiana, la difusión de la Biblia en las familias favorecerá la lectura y la meditación cotidiana de la Palabra de Dios (lectio divina). Además, el Papa alienta el desarrollo de nuevas estructuras de comunicación y formación.
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