viernes, 19 de abril de 2024
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"Sínodo de los obispos alienta y promueve el optimismo en el camino de la nueva evangelización", afirma arzobispo brasileño

Porto Alegre (Martes, 18-12-2012, Gaudium Press) Con el título «La nueva evangelización», Mons. Dadeus Grings, arzobispo de Porto Alegre, en el Estado de Río Grande del Sur, habló en su más reciente artículo sobre el inicio de la evangelización y sobre la nueva evangelización.

Hace dos mil años Cristo inició, en Palestina, su evangelización: anunció el Reino de Dios, implantándolo en el mundo, y atrayendo multitudes que se aproximaban a él para oírlo y ser curadas.

El prelado recordó que Jesús envió, después, a sus discípulos para continuar la misión recibida del Padre. Y a partir de ahí, surgía algo nuevo en la tierra. «¡Llegaba a la salvación de la humanidad! Era preciso anunciarla y comunicarla. Pasados mil quinientos años, cuando Europa ya se consideraba evangelizada, se descubrieron nuevos pueblos, todavía no evangelizados.

Fueron enviados misioneros a la América recién descubierta y a las Indias. Allí ocurría la primera evangelización de aquellos pueblos. El resultado fue estupendo en las Américas, que prácticamente toda se adhirió a Cristo», aclaró Mons. Dadeus.
El arzobispo explicó que por ocasión de los 500 años de la evangelización de América, en 1992, Papa Juan Pablo II convocó la VI Conferencia del episcopado latinoamericano en Santo Domingo, con la tríplice incumbencia: celebrar el jubileo de la evangelización del Continente de la Esperanza, tratar de los desafíos de la evangelización, de la cultura cristiana y de la promoción humana. «Por esta ocasión lanzó la perspectiva de una nueva evangelización. Preguntado sobre lo que habría de nuevo, respondió con la necesidad de un nuevo ardor, de nuevos métodos y de nuevas expresiones, lo que equivale a urgir una innovación en el entusiasmo, en los gestos y en el lenguaje».

1.jpgCon relación al Concilio Vaticano II, cuyo jubileo de oro estamos celebrando, Mons. Dadeus destacó que él fue convocado por el Papa Juan XXIII y trascurrió en Roma entre 1962 y 1965. Para él, representó el mayor intento de la Iglesia de una nueva evangelización, pues en sus 16 documentos expresa la nueva mística que debe animar la Iglesia, las nuevas orientaciones y responde a los nuevos desafíos de la evangelización. Diez años más tarde, según el arzobispo, el Papa Pablo VI, quien tuvo que concluir el Concilio, convocó un sínodo de los obispos para aclarar el significado de la evangelización, del cual surgió su primera exhortación post-sinodal, con el título de ‘Evangelii Nuntiandi’.

«Ahora, el Papa Benedicto XVI convoca nuevamente un sínodo de los obispos sobre el mismo tema, especificándolo como de nueva evangelización. Lanza los grandes desafíos, poniendo como base el encuentro con el Señor, único capaz de dar sentido a la vida y traer paz al mundo. Reafirma el valor del matrimonio, como institución divina. Propone la vocación universal a la santidad, siendo los santos los verdaderos protagonistas de la evangelización. El sínodo fue abierto en Roma, el 7 de octubre, con la presencia de 250 obispos del mundo entero», dijo el prelado.

Por último, Mons. Dadeus afirmó que el sínodo muestra el nuevo modo de vivir y testimoniar la fe, advierte sobre el riesgo de la burocratización de la vida sacramental, sobre la importancia del sacramento de la penitencia llamándolo sacramento de la nueva evangelización, insiste en la humildad de la Iglesia al proponer el Evangelio en la óptica de la caridad, sin imposiciones, además de insistir en la urgencia de pasar de una pastoral pasiva, de mera conservación, para una pastoral más intrépida.

«El sínodo abre la perspectiva de una consagración del mundo al Espíritu Santo, teniendo a María como modelo. Intenta promover el diálogo entre la belleza del arte y de la fe, como instrumento de la evangelización. Enfrenta el desafío de la globalización, para proteger las culturas locales con sus valores tradicionales, y vuelve a insistir en la misión continental. En síntesis, anima y promueve el optimismo para el camino de la evangelización», concluyó el arzobispo. (FB)

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