viernes, 29 de marzo de 2024
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"Jesús es el siervo de Dios, porque por excelencia es el siervo sufridor", obispo auxiliar de Río

Río de Janeiro (Martes, 15-04-2014, Gaudium Press) Las celebraciones del Domingo de Ramos movieron a la Iglesia en Brasil. En diversos Estados, no faltaron demostraciones de alabanza y reflexión para el inicio de la Semana Santa por parte de los fieles.

En Río de Janeiro, la Misa, presidida por el Obispo Auxiliar Mons. Pedro Cunha Cruz, en la Catedral de San Sebastián, se inició con la bendición de los ramos en frente al templo. Luego después, hubo la procesión hasta el interior de la Iglesia.

Antes de conceder la bendición de los ramos, Mons. Pedro resaltó la importancia de las cinco semanas de la Cuaresma como tiempo de preparación de los fieles.

«El Señor nos proporcionó en estos días un tiempo para revisar nuestra comunión con Él, con los hermanos y con nosotros. Ciertamente cada uno tomó buenos propósitos en el curso espiritual de esa Cuaresma», afirmó.

Después de hacer la lectura del Evangelio según San Mateo (Mt 26,14-27,66), que recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, el Obispo Auxiliar explicó a los fieles que «hoy somos invitados a entrar en esa nueva Jerusalén con Jesucristo, para celebrar con él su pascua, que es nuestra pascua. Que es la pasión, pero es también la victoria sobre el pecado y la muerte».

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Mons. Pedro Cunha Cruz – Foto:
Arquidiócesis de Río de Janeiro

«Entrar en Jerusalén significa participar en el banquete con el señor, o sea, aquello que vamos celebrar en la Pascua del Señor Jesús. Hoy estamos entrando en esa gran semana, la semana de las semanas, para la cual toda nuestra vida se dirige», destacó.

A seguir, Mons. Pedro comentó que «el contenido de las lecturas bíblicas de este domingo dice respecto a la misión del siervo sufridor» y describió las señales de la misericordia y del amor de Dios expresados en la figura del Siervo Sufridor, identificado por la comunidad cristiana como el Cristo que asume los dolores y pecados del hombre y que, donando su vida, trae la redención a la humanidad.
«Jesús es el siervo de Dios, porque por excelencia es el siervo sufridor», completó.

Pero, continuó, «incluso abandonado por su grupo, permanece fiel y en comunión con Dios, fiel a la misión que Dios le concedió».
Según Mons. Pedro, «toda la vida de Jesús es movida por la escucha de Dios, escucha que hizo que él no desalentase delante de la traición, del sufrimiento y de la muerte».

El prelado explicó además que, en este Domingo de Ramos, aprendemos a acoger las señales de los designios de Dios en la historia, así como a contemplar y detectar la presencia de su Gracia en nuestras vidas. (LMI)

De la redacción Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro.

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