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Ciudad Quezon (Miércoles, 22-10-2014, Gaudium Press) Como uno de los eventos que da continuidad a la Consagración de Filipinas al Inmaculado Corazón de María como Pueblo Amante de María, la Diócesis de Cubao convocó a los fieles a asistir a una jornada de formación el próximo 08 de noviembre. El tema del encuentro será «Vivir nuestra Consagración al Inmaculado Corazón de María» y tendrá un especial carácter al acercarse la fiesta litúrgica de Cristo, Rey del Universo.
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| La devoción a la Santisima Virgen está profundamente arraigada en Filiínas y se materializó en su Consagración Nacional como Pueblo Amante de María en 2013. Foto: CBCP News. |
El evento, que se desarrollará durante todo el día en la sede de la Cancillería Diocesana será dirigido por el Padre Romerico «Omer» Prieto, miembro del equipo pastoral de la Diócesis y asesor de varias comunidades marianas en sus procesos de consagración a la Santísima Virgen, así como formación para religiosos y laicos y la conformación de cenáculos de oración. El subtema particular de esta edición del seminario del formación será «La Nueva Era: El Reino Glorioso de Cristo Rey».
La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas recomendaron a los fieles no sólo participar activamente en la celebración de la Consagración Nacional que se llevó a cabo en todo el país en junio de 2013 sino que solicitaron que este acto se reprodujera al interior de las familias y las comunidades, así como de forma personal con regularidad, y que se profundizara en el sentido de la Consagración para que signifique un «genuino retorno a Dios y un mirar auténtico al Evangelio». De igual manera señalaron como «prácticas adjuntas» a la Consagración la «Misa y Comunión de Reparación en el primer sábado de cada mes» y la «oración y penitencia», en la cual se destaca, de ser posible, el rezo diario del Santo Rosario.
Los Obispos destacaron con motivo de la Consagración que el carácter de Filipinas como Pueblo Amante de María (Bayang Sumisinta Kay Maria) está íntimamente relacionado con la identidad misma de la nación, como lo destacó en 1988 el Cardenal Jaime Sin: «Cuando nuestra tierra aún no era una, y nuestra gente no era aún una nación… fue ella la Madre de Jesús, el Hijo Encarnado, quien se hizo nuestro primer vínculo de idioma, la primera lengua común de nuestros corazones, el símbolo de una nueva raza para quienes la unidad y la paz llegarían con el tiempo como un regalo del Padre Celestial, pero un regalo que llegaría a nosotros de sus amorosas manos (de la Virgen)».
Con información de CBCP News.
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