jueves, 28 de marzo de 2024
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Portavoz de la Asociación Internacional de Exorcistas da consejos para evitar los engaños del demonio

Roma (Viernes, 07-11-2014, Gaudium Press) El médico psiquiatra y portavoz de la Asociación Internacional de Exorcistas, Valter Cascioli, en entrevista a la agencia de noticias EWTN dio seis consejos para evitar los engaños del demonio.

Resaltando que el demonio realmente existe y recordando que la Biblia lo cita 118 veces bajo diversos nombres (Satanás, maligno, príncipe de este mundo, etc), Cascioli explicó que el exorcismo es un ministerio de consolación y de liberación que fue delegado por Nuestro Señor Jesucristo a través de los apóstoles, a los discípulos, y en la sucesión apostólica a los Obispos y a los sacerdotes que ellos nombran como exorcistas. «La tarea es la de proteger de la influencia del maligno y liberar a esas personas que son víctimas.»

Según el portavoz de la Asociación Internacional de Exorcistas, para mantener al demonio distante, los fieles deben vivir su Fe, estar en la gracia de Dios, seguir el magisterio de la Iglesia Católica y cumplir los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Además de estos consejos, Cascioli ofreció seis reglas simples que pueden ayudar también:

1º – Convertirse a Cristo: Cambiar de vida, quien vive en el pecado debe decidirse por Cristo.

2º – Confesarse: La confesión es uno de los sacramentos más importantes. «Muchas personas viven de las consecuencias del mal por causa del no perdón».

3º – Participar de Misas: «Aconsejamos a todos a vivir una vida sacramental, y después de la confesión es necesario el sacramento de la Eucaristía dentro de la Celebración Eucarística».

4º – Hablar con Dios: La oración es importante, pues atrae la gracia de Dios y protege de muchas cosas.

5º – Profundizar en nuestra Fe con la comunidad: Las personas en dificultad deben hacer un camino de Fe dentro de la Iglesia, y seguir una comunidad o un movimiento eclesiástico.

6º – Distanciarse del pecado es distanciarse del demonio: «Muchas personas vienen hasta nosotros porque tienen miedo del diablo, pero no tienen miedo del pecado, no se protegen. Por eso es fundamental evitar estas consecuencias nefastas, físicas, psicológicas, morales y espirituales».

De acuerdo con Cascioli, muchas personas que sufren durante años, después de convertirse, confesar sus pecados, y distanciarse de sus vidas desordenadas, acaban consiguiendo liberarse. «Si estas reglas fuesen aplicadas podrían ayudar a muchas personas.» (EPC)

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