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Ciudad del Vaticano (Jueves, 13-11-2014, Gaudium Press) Con un encuentro cálido en la audiencia concedida por el Papa Francisco a Emma Madigan, nueva Embajadora de Irlanda ante la Santa Sede, se normalizaron las relaciones diplomáticas entre los dos países, enrarecidas por la decisión del gobierno irlandés de cerrar la embajada en 2011, oficialmente notificada como un recorte presupuestal. La diplomática refirió su vivencia del encuentro a Radio Vaticano: «Fue una gran experiencia», afirmó.
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| El Papa Francisco y la Embajadora irlandesa Emma Madigan. Foto: L’Osservatore Romano / Radio Vaticano |
La embajadora ofreció el saludo y los mejores deseos del Presidente y el gobierno de Irlanda y afirmó que el país tiene un interés notable en la protección del derecho a la libertad religiosa en el mundo. «Hablamos de prioridades que son muy queridas para Irlanda como nuestro programa de desarrollo, nuestra preocupación por la situación apremiante de los cristianos y de otras minorías religiosas en el mundo de hoy», comentó Madigan.
El tono del encuentro fue inicialmente protocolario, puesto que se trataba de la presentación oficial de las credenciales de la nueva embajadora, pero luego el diálogo transcurrió de una manera más informal. La señora Madigan es la primer embajadora residente después de tres años de cierre de la sede diplomática, durante los cuales la función la ejerció un embajador no residente. En su momento, la decisión causó serias molestias en la Santa Sede por no corresponder con la importancia de la Iglesia en la historia y la identidad irlandesas y porque el argumento económico no tuvo en cuenta el aporte que la diplomacia vaticana significa para la promoción y defensa de los valores en el mundo.
La nueva embajadora tiene una experiencia de 14 años de carrera diplomática y cuenta con grados en Historia e Italiano, así como una maestría en Estudios Europeos. La Santa Sede como Estado soberano mantiene relaciones diplomáticas con cerca de 180 países, unos 80 de los cuales cuentan con embajadores residentes en Roma. Al tratarse de países distintos, las sedes diplomáticas de los países ante la Santa Sede e Italia ocupan tradicionalmente espacios independientes.
Con información de Radio Vaticano.
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