viernes, 29 de marzo de 2024
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Católicos en Canadá analizan obstáculos que enfrentan jóvenes para contraer matrimonio

Toronto (Lunes, 02-02-2015, Gaudium Press) El matrimonio es la vocación de una gran parte de las personas alrededor del mundo. Resulta natural que muchas de ellas deseen comenzar este proyecto de vida mientras están jóvenes, tanto para enfrentar los retos materiales de edificar un hogar como para disponer de la creatividad y ánimo juvenil en la crianza de los hijos. Sin embargo, algunos desafíos han ido aumentando en diversos países que hacen más difícil el cumplimiento de este propósito y las estadísticas de Canadá suscitan preocupación al respecto.

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El matrimonio es una decisión a la cual se presentan mayores obstáculos, denuncian católicos en Canadá. Foto:  Torsten Mangner

Un reciente artículo del informativo canadiense The Catholic Register da cuenta de una reducción de los matrimonios jóvenes en el país.El matrimonio en Canadá ha disminuido en términos generales de un 90.2% en 1976 a un 67% en 2011 y la edad promedio de la esposa al momento de casarse pasó de 22.9 años en 1976 a 29.1 en 2008, mientras que los varones pasaron de 25.3 a 31.1 en ese mismo lapso de tiempo. Si bien hay una gran variedad de causas que contribuyen a este fenómeno, la publicación dedica su atención a los jóvenes católicos que sí desean el matrimonio y lo han pospuesto por considerar que las condiciones son difíciles en la actualidad.

Un reto considerable

«Hay personas que ahora creen que no tiene los medios, ya sea en términos de medios financiero o apoyo cultural o apoyo psicológico o de su familia para en efecto casarse», explicó el profesor de sociología David Seljak a The Catholic Register. Incluso para personas con fe, el paso es difícil de dar. Una de las productoras y presentadoras del canal católico Salt + Light, Alicia Ambrosio, relató su experiencia personal y sus inquietudes antes de casarse con su esposo portugués de 33 años de edad, a quien conoció en la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, en 2011. «Incluso con dos ingresos, arrastramos los pies por mucho tiempo. No creíamos que sería posible», declaró.

Finalmente, la pareja católica se decidió a asumir este paso, pero buscaron que la celebración fuera lo más sencilla posible, con pocos invitados, sin luna de miel y eliminando la mayor parte posible de gastos superfluos. «Sentimos que era la única manera como podríamos realmente hacerlo, incluso en nuestra situación», explicó Ambrosio. Para el Capellán del King’s College de la Western University en London, Canadá, existe un gran miedo a los gastos asociados a una boda, pero no es el único desafío material. «Hoy otros factores que contribuyen, en términos de vivienda, pagos de préstamos de estudio, de tener hijos», comentó, relatando las objeciones que los estudiantes le expresan con frecuencia. Esta realidad ha sido denunciada por la Iglesia con anterioridad, como lo hizo en su momento el Card. Sean O’Malley, Arzobispo de Boston (ver noticia anterior).

Confiar en Dios y luchar juntos

Patrick Williams y su esposa Jacinta son un ejemplo de matrimonio joven hoy poco común en Canadá. Con 24 y 22 años de edad respectivamente compartieron su testimonio con la publicación. «Parte de esto es confiar en Dios. Es una enorme parte de esto», explicó el esposo, quien es diseñador web y quien no deseaba irse a vivir con su novia sin casarse como lo hacían muchos de sus compañeros. «Pero también hay mucho de la noción de que hay beneficios en luchar juntos a través de estas cosas. Eso une más a la pareja, atravesar juntos estas luchas siendo más jóvenes que luchar independientemente antes de hacer un compromiso».

El hecho de que los matrimonios sean más presentes en familias con mayores ingresos podría interpretarse como que las personas más acaudaladas pueden contraer matrimonio más fácil, pero también puede reflejar cómo la vida matrimonial permite que las parejas tengan mayores posibilidades de progreso. De esta forma el estado tendría una razón más para interesarse en promover los matrimonios jóvenes y disminuir los obstáculos presentes. Esto es una prioridad del testimonio de los ciudadanos para el prof. Seljak: «Podemos ser muy pro-matrimonio», afirmó, pero se requiere más que eso «si desarrollamos una sociedad que hace el matrimonio más difícil para los individuos».

Con información de The Catholic Register.

 

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