miércoles, 24 de abril de 2024
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¿Cómo debe comportarse un lector durante la Misa?

Redacción (Viernes, 06-03-2015, Gaudium Press) Un momento importante de la celebración Eucarística es la Liturgia de la Palabra, aquí es cuando se proclaman las lecturas Bíblica, el Salmo Responsorial y el Santo Evangelio, además tiene lugar la homilía; pero ¿cómo se debe comportar un lector durante la Misa?

De acuerdo con Enrico Finotti, liturgista italiano, «la Palabra de Dios en la celebración litúrgica debe ser proclamada con sencillez y autenticidad. El lector debe ser él mismo y proclamar la Palabra sin artificios inútiles (…) Una regla importante para la dignidad misma de la liturgia es la de la verdad del signo, que afecta a todos: los ministros, los símbolos, los gestos, los ornamentos el ambiente».

Lo que sí debe tener en cuenta el lector de la Misa, según el experto liturgista -quien fue consultado por la agencia Aleteia-, es su formación, la cual debe realizarse teniendo en cuenta tres aspectos fundamentales: la formación bíblico-litúrgica, una preparación técnica y su formación espiritual.

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«El lector debe ser él mismo y proclamar la Palabra sin artificios inútiles»; además debe cuidar su formación bíblico-litúrgica, técnica y espiritual. / Foto: Gustavo Kralj-Gaudium Press.

En cuanto al primer aspecto dice que «el lector debe tener al menos un conocimiento mínimo de la Sagrada Escritura: estructura, composición, número y nombre de los libros sagrados del Antiguo y Nuevo Testamento, sus principales géneros literarios (…) Quien sube al ambón debe saberlo que va a hacer y qué tipo de texto va a proclamar». Asímismo, el lector «debe tener una suficiente preparación litúrgica, distinguiendo los ritos y sus partes y sabiendo el significado del propio papel ministerial en el contexto de la liturgia de la palabra».

Sobre la preparación técnica Finotti dice que es necesario que el lector conozca cómo debe acceder y estar frente al ambón, cómo utilizar el micrófono, cómo utilizar el leccionario y de qué manera pronunciar los nombres y términos bíblicos; además de hacer uso de la entonación para que la lectura no sea muy apagada.

Ya en la formación espiritual -como prosigue el liturgista italiano-, el lector «debe procurar cuidar la vida interior de la Gracia y predisponerse con espíritu de oración». Asimismo, debe cuidar la propiedad de sus gestos, su mirada, la manera en que viste y se presenta, ya que el ministerio del lector implica también una vida pública.

Lo que dice la Instrucción General del Misal Romano

Según refiere la Instrucción General del Misal Romano, «la parte principal de la Liturgia de la Palabra la constituyen las lecturas tomadas de la Sagrada Escritura, junto con los cánticos que se intercalan entre ellas y la homilía, la profesión de fe y la oración universal u oración de los fieles, la desarrollan y la concluyen», ya qué -como prosigue- «Dios habla a su pueblo, le desvela los misterios de la redención y de la salvación, y le ofrece alimento espiritual (…) El pueblo hace suya esta palabra divina por el silencio y por los cantos; se adhiere a ella por la profesión de fe; y nutrido por ella, expresa sus súplicas con la oración universal por las necesidades de toda la Iglesia y por la salvación de todo el mundo».

Más adelante, la instrucción también dice: «es necesario que el diácono, los lectores, el salmista, el cantor, el comentador y el coro, antes de la celebración, cada uno por su parte, sepa bien qué textos le corresponden y no se deje nada a la improvisación. En efecto, la armónica sucesión y ejecución de los ritos contribuye mucho a disponer el espíritu de los fieles para participar en la Eucaristía».

Con información de Aleteia y vatican.va.

 

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