jueves, 28 de marzo de 2024
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Los niños son "un gran don para la humanidad", dijo el Papa

Ciudad del Vaticano (Miércoles, 18-03-2015, Gaudium Press) En su catequesis en la audiencia general de hoy, el Papa habló de los niños y recordó que Jesús no tenía dificultad en hacerse entender de los niños, y que «los niños no tienen problemas para entender a Dios». Cuando Jesús hablaba de los «pequeños», con ese término «indica a todas las personas que dependen de la ayuda de otros, en particular los niños».

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Foto: Radio Vaticano

El Papa expresó que los niños son en «sí mismos una riqueza para la humanidad y también para Ia Iglesia, porque nos recuerdan constantemente la condición necesaria para entrar en el Reino de Dios: aquella de no considerarnos autosuficientes, sino necesitados de ayuda, de amor, de perdón. Y todos tenemos necesidad de ayuda, de amor y de perdón».

«Los niños, observa el Papa, nos recuerdan otra cosa bella; nos recuerdan que somos siempre hijos: incluso si uno se convierte en adulto, o anciano, incluso si se convierte en padre, si ocupa un puesto de responsabilidad, por debajo de todo esto permanece la identidad de hijo. Todos somos hijos. Y esto nos reporta al hecho que la vida no nos la hemos dado nosotros sino que la hemos recibido». El Papa Francisco indicó que este pensamiento nos debe aclarar la conciencia de que el don de la vida es eso, un regalo, el primero. Y que tenemos que responder por esa existencia. En toda etapa de nuestra existencia debemos sentirnos como niños.

Los niños también nos recuerdan que ellos ven la realidad «con una mirada de confianza y pura». «El niño tiene una confianza espontánea en el papá y la mamá; hay una espontánea confianza en Dios, en Jesús, en la Virgen. Al mismo tiempo, su mirada interior es pura, aún no contaminada por la malicia, por la duplicidad, por las ‘incrustaciones’ de la vida que endurecen el corazón». Ellos tienen una ternura que se traduce en «tener un corazón ‘de carne’ y no ‘de piedra’, como dice la Biblia. La ternura es también poesía: es ‘sentir’ las cosas y los acontecimientos, no tratarlos como meros objetos, solo para usarlos, porque sirven… Los niños tienen la capacidad de sonreír y de llorar».

El Papa concluyó su catequesis diciendo que una sociedad sin niños es triste y gris. «…Y cuando vemos que el nivel de nacimiento de una sociedad llega apenas al 1 por ciento, podemos decir que esta sociedad es triste, es gris porque se ha quedado sin niños».

Con información de Radio Vaticano

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