jueves, 28 de marzo de 2024
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Todo católico debe imitar a la Santísima Virgen: Arzobispo de Singapur

Singapur (Martes, 06-10-2015, Gaudium Press) Mons. William Goh, Arzobispo de Singapur, emitió una Carta Pastoral al final del Año de la Nueva Evangelización, consagrado especialmente a la Santísima Virgen, Estrella de la Nueva Evangelización. Como balance de esta iniciativa, que calificó como «la misión de la Iglesia universal y no simplemente una visión personal», el Arzobispo recordó algunas de las características fundamentales de su convocatoria.

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María, Estrella de la Nueva Evangelización.

«Para cooperar en la obra de la nueva evangelización se requiere al mismo Espíritu que empoderó a Jesús en Su ministerio», recordó el prelado, quien justificó de esta forma sus reiterados llamados a la oración y sacrificio para invocar la asistencia del Espíritu Santo durante el presente año. «¿Cómo será dado este Espíritu, si no es a través de la más seria oración – individual, comunitaria y de intercesión – junto al ayuno y la penitencia?», cuestionó.

Cooperar en la obra de Dios a imagen de María

Ante el escepticismo de algunos creyentes o el lamentable desdén de quienes se han alejado de la misión, Mons. Goh recordó que la Nueva Evangelización no es una obra de una institución humana, sino la obra de Dios mismo a través de limitados instrumentos humanos.

«Consecuentemente, a través de la consagración de la Nueva Evangelización a María, todo católico está llamado a imitar a María siendo dócil al Espíritu Santo, cooperando con la gracia de Dios a través de la oración y el ayuno de forma que estando el Señor con nosotros (como lo estuvo con María) seamos fructíferos», indicó Mons. Goh.

El Arzobispo indicó que el final del Año de la Nueva Evangelización no marca el término de la misión, sino su comienzo, y un recordatorio que todas las actividades de apostolado deben ser hechas ante la Madre de la Nueva Evangelización. «Ella sigue siendo nuestra modelo primaria, una inspiración, una intercesora y, sobre todo, la Madre de la Buena Noticia misma».

El prelado pidió a los fieles «no caer en el sueño» sino «continuar con renovados pasión y celo en este trabajo al cual estamos llamados». Así mismo pidió despojarse del orgullo, la indiferencia, la duda y la desidia y permitir «que la luz de Cristo brille sobre nosotros y a través nuestro para remover cualquier oscuridad que nos rodee. Necesitamos renovar nuestra fe y ponernos juntos de pie como personas de comunión en misión para proclamar como María: ‘El Todopoderoso ha hecho grandes obras en mí. Santo es su nombre'».

El prelado concluyó su Carta pastoral indicando que es la luz de Cristo la que los creyentes deben irradiar en el mundo y que «debemos mantenernos contemplando» el rostro de la Santísima Virgen y el rostro de Cristo «para que no perdamos nuestro celo y nuestra pasión por extender el Evangelio».

Con información de Catholic News Singapur.

 

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