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Redacción (Jueves, 19-11-2015, Gaudium Press) Jefferson Moreira Vieria, brasileño de 27 años, sueña con viajar a Cracovia el próximo 2016 y participar de la Jornada Mundial de la Juventud. Para alcanzar este sueño el joven, quien es originario de Santo Andre, Sao Paulo, se ha valido de su creatividad y conocimientos creando y vendiendo toda una serie de trufas de chocolate inspiradas en los acontecimientos más importantes para los jóvenes católicos del mundo.
«Hablé con Dios y me comprometí a hacer esta peregrinación, recé pidiendo que Dios me ayude a ahorrar el dinero necesario para llegar a Cracovia, no sólo para que yo sea ahí un peregrino, sino para que pueda ser también su instrumento de evangelización para otros jóvenes, así me llegó la idea de una receta especial para las trufas de JMJ, aparte de los sabores ricos, su característica única es que a cada uno de los chocolates añado una oración por la JMJ», comentó el joven, quien es citado en nota de prensa difundida por el sitio web oficial de la JMJ Cracovia 2016.
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| Las trufas de Jefferson están inspiradas en las Jornadas Mundiales de la Juventud / Foto: krakow2016.com |
La primera vez que Jefferson escuchó de una Jornada Mundial de la Juventud fue por casualidad en el año 2008. Aquel entonces se encontraba frente a su televisor buscando algún canal interesante para ver y se topó con la transmisión en directo de la JMJ de Sidney. Vio cómo el Papa Benedicto XVI, quien presidió en aquella ocasión la Jornada, compartía con una multitud de jóvenes. Para él esto fue maravilloso y sintió en su corazón que Dios lo llamaba a participar en la siguiente; pero sólo lo consiguió hasta el 2013 cuando participó en la JMJ de Río de Janeiro.
Un evento que, como narró el joven, transformó su vida. De acuerdo con Jefferson antes de su participación en la JMJ de Río su vida no era fácil, puesto que se encontraba lejos de la Iglesia y sólo de manera muy esporádica participaba de la Eucaristía; sin contar que padeció depresión y que se había alejado también de su familia. Pero una vez participó en el último encuentro mundial volvió la esperanza en su vida y reconstruyó sus relaciones familiares.
Es por eso que tiene mucha fe, y a la vez está impaciente, por estar de nuevo en una JMJ, solo que en esta ocasión lo hará con la esperanza de escuchar con mayor claridad el plan de Dios en su vida y de sentir el amor misericordioso de Dios.
Para ello se esfuerza en la preparación de los chocolates combinando su creatividad, con uno de sus hobbies: la elaboración de trufas, que no son como cualquier otra, ya que están inspiradas en las Jornadas Mundiales de la Juventud.
En su menú se pueden encontrar las trufas de la JMJ Roma 2000, que son a base de chocolate negro y capuchino. También las de Toronto 2002, elaboradas con chocolate blanco y guinda; y la de Colonia 2005, que Jefferson elabora con chocolate negro. Una combinación de chocolate de leche con maracuyá es la preparación que le ha inspirado para las trufas de la JMJ de Sidney 2008, mientras que la de la JMJ de Madrid 2011 está hecha a base de chocolate de leche y fresas. Mientras tanto, la de Río de Janeiro 2013 contiene chocolate negro y un toque de café brasileño.
Con información de krakow2016.com
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