Menú 
Ciudad del Vaticano (Lunes, 16-05-2016, Gaudium Press) En el día en que la Iglesia universal conmemoraba la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, el Papa Francisco explicó en la meditación del Regina Coeli como el Paráclito Santo trasforma la vida de las personas que lo acogen.
«Si ustedes me aman, cumplirán mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes» (Jn 14,15-16): El Papa Francisco manifestó que el texto anterior recuerda que «el amor por una persona y también por el Señor, se demuestra no con las palabras, sino con los hechos; y también ‘cumplir los mandamientos’ «, lo cual «debe ser entendido en sentido existencial, de manera que toda la vida sea involucrada».
Recibir al Espíritu Santo es «vivir la misma vida de Jesús. El Espíritu, de hecho, nos enseña cada cosa, es decir, la única cosa indispensable: amar como ama Dios». «Jesús dice ‘otro Paráclito’ porque el primero es Él, Él mismo, que se hizo carne justamente para asumir sobre sí mismo nuestra condición humana y liberarla de la esclavitud del pecado».
El Espíritu Santo refresca la sana memoria, y nos ayuda a vivir en paz con Dios. «El Espíritu Santo no trae una enseñanza diversa, sino que hace viva y hace operante la enseñanza de Jesús, para que el tiempo que pasa no la cancele y no la desvanezca. El Espíritu Santo injerta esta enseñanza dentro de nuestro corazón, nos ayuda a interiorizarla, haciendo que se transforme en parte de nosotros, carne de nuestra carne».
El Papa concluyó su reflexión pidiendo «la materna intercesión de la Virgen María. Ella nos de la gracia de ser fuertemente animados por el Espíritu Santo, para testimoniar a Cristo con franqueza evangélica y abrirnos siempre más a la plenitud de su amor».
Con información de Radio Vaticano
Deje su Comentario