Polonia se prepara para canonización de fundador de los Padres Marianos

Varsovia (Martes, 17-05-2016, Gaudium Press) «Hemos estado esperando este momento trescientos años», indicó el P. Wojciech Skóra, del templo de la Divina Providencia del Monte Calvario, donde descansan los restos del Beato Stanislawa Papczynskiego, fundador de los Padre Marianos, quien será declarado oficialmente Santo el próximo 05 de junio. La Orden de los Clérigos Marianos de la Inmaculada Virgen María es la primera Orden religiosa fundada en Polonia y ha sobrevivido a notables dificultades.

Beato Stanislawa Papczynskiego. Foto: Hagiopedia.

Según informó la agencia católica KAI, la Congregación de los Marianos tiene una larga lista de pérdidas materiales y humanas, pero ha conservado su espiritualidad a pesar de als adversidades y la destrucción. «Su existencia fue amenazada debido a la crisis, las particiones, las guerras, la ocupación y el comunismo, lo que retrasó significativamente la canonización del fundador», expuso Alina Petrov-Wasilewicz para el informativo.

El Beato Stanislawa Papczynskiego, o Estanislao de Jesús y María, fue un religioso Escolapio con gran fama como predicador y promotor del Sacramento de la Penitencia. Durante su apostolado se dedicó a la reforma de su Orden y buscó el estricto cumplimiento de la Regla. Al existir una división al interior de la comunidad por este motivo se vio forzado a retirarse de la misma en 1670, tras lo cual funda una Orden de eremitas dedicados a la propagación del culto de la Virgen María y del dogma de la Inmaculada Concepción (el cual no había sido proclamado aún). Edificó una pequeña capilla de madera y comenzó una intensa labor de apostolado en las comunidades rurales.

El próximo Santo experimentó numerosas visiones de las almas del purgatorio, de quienes afrimaba «Hermanos, oren por las pobres Almas del Purgatorio, porque sus sufrimientos son insoportables». De igual manera se declaró en guerra constante contra el abuso del alcohol, un mal extendido en su tiempo. A los miembros de su comunidad prohibió el consumo de la popular bebida causante de este mal: «El uso del vodka está prohibido estrictamente, tanto en casa como fuera de ella, bajo la pérdida de la bendición divina», determinó. «Esto es para honrar la sed de nuestro Señor en la Cruz».

Para obtener la aprobación canónica, el fundador debió asumir una Regla ya existente y desarrollar su apostolado en parroquias constituidas. Cumpliendo estos requerimientos, obtuvo la aprobación pontificia en 1699, recibiendo la Regla de la Orden de la Anunciación de la Virgen María, un acomunidad femenina franciscana, lo que hizo que los religiosos fueran agregados a la la Orden de Frailes Menores. El beato Estanislao fallecería dos años después, y sólo unos meses después profesaron votos los primeros religiosos de la Orden.

La Orden continuó creciendo y se expandió por Polonia y Lituania, así como se obtuvo la custodia de la iglesia de Santos Vito y Modesto en Roma. En 1787 se reconoció como una realidad independiente de la comunidad franciscana y se anuló la agregación a la Orden de los Frailes Menores. Sin embargo, nuevas dificultades aguardaban a la comunidad, que padeció la confiscación de la mayor parte de sus bienes por parte del zar de Rusia. Para 1867 solo quedaban 24 religiosos, en 1897 sólo tres y finalmente uno en 1908.

Para evitar la desaparición de la Congregación, el Beato Jurgis Matulaitis, entonces sacerdote y profesor de la Academia Teológica, pidió que se le permitiera ingresar en la Orden sin completar el noviciado y poder emplear el hábito negro de los sacerdotes seculares. El Beato restauró la comunidad que todavía tuvo que enfrentar la animadversión rusa y la persecución por parte del régimen nazi y la Unión Soviética.

Con información de KAI y Padres Marianos.