viernes, 29 de marzo de 2024
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"La Eucaristía nos ayuda a crecer en el camino de la compasión": Obispos Españoles

Madrid (Jueves, 19-05-2016, Gaudium Press) «La Eucaristía nos configura con Jesús compasivo y misericordioso», así se titula el mensaje que han hecho público los Obispos de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado Español, con ocasión del Día de la Caridad que se celebrará el próximo 29 de mayo, en el marco de la fiesta del Corpus Christi.

«Al celebrar la fiesta del Corpus Christi en el marco del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, la contemplación y adoración del Señor en el sacramento de la Eucaristía nos ayuda a crecer y avanzar en el camino de la compasión. Este camino, recorrido por Jesús hasta el extremo, se hace presencia y memoria permanente para nosotros en este sacramento», manifiestan los prelados al iniciar la misiva.

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«La Eucaristía nos configura con Jesús compasivo y misericordioso», así se titula el mensaje que han hecho público los Obispos de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado Españo / Foto: Manolo Guallart.

Para centrarse en la temática del a compasión, los prelados españoles profundizan en cuatro aspectos: La Eucaristía, sacramento de la compasión de Dios; Discípulos de Jesús compasivo y misericordioso; Frente al descarte, una cultura de la compasión; y la Iglesia, comunidad de amor.

Recuerdan que la Eucaristía, al ser el centro, fuente y culmen de toda vida cristiana y de la Iglesia «es el gran sacramento de la compasión de Dios», una compasión que está escrita en toda la historia de la salvación.

«El Dios que dijo a Moisés ‘yo soy el que soy’ (Ex 3,14), está junto a nosotros en la aflicción, se hace compañero de camino y nos muestra su compasión en la Eucaristía por medio de su Hijo Jesucristo (…) El Dios que alimentó a su pueblo en el desierto con el maná cuando se encontraba exhausto por el hambre y angustiado ante el riesgo de morir, nos ofrece en la Eucaristía un nuevo pan para que quien lo coma no muera y tenga vida eterna (…)», escriben los Obispos españoles.

Señalan, además, que en la raíz de toda la vida y de la actividad de Jesús está presente su amor compasivo: «Se acerca a los que sufren, alivia su dolor, toca a los leprosos, libera a los poseídos por el mal, los rescata de la marginación y los devuelve a la convivencia».

«Por eso nosotros, ante Jesús-Eucaristía -continúan los prelados- queremos renovar nuestra unión con Él y nuestro seguimiento y lo hacemos manteniendo vivo su proyecto compasivo».

Un proyecto sobre el cual ha hecho eco el Santo Padre al convocar el Jubileo de la Misericordia, como lo explican los obispos citando la Bula ‘Misericordiae Vultus’: «En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy! Cuántas heridas sellan la carne de muchos que no tienen voz porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos».

En este sentido, llaman para que frente a la cultura del descarte se contemple el misterio Eucarístico y, una vez configurados con Jesús, trabajar por la cultura del a compasión. Dicha cultura se identifica por varios rasgos que los Obispos enumeran: Estar atentos, acercarnos, salir al encuentro, curar las heridas, acompañar, y trabajar por la justicia.

Igualmente, señalan que para llevar a cabo una cultura de la compasión es necesario vivir tres actitudes concretas: la libertad, superar la lógica de la ley y entrar en la lógica de la misericordia, además de verificar la autenticidad de nuestro culto en la práctica de la justicia y de la compasión.

Finalmente, tomando palabras del Santo Padre en la Bula convocatoria del Año Santo, los Obispos recuerdan que la Iglesia, donde esté presente, «está llamada a ser ‘un oasis de misericordia'»; para lo cual invocan la ayuda de Dios tomando la Plegaria Eucarística: «Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayúdanos a mostrarnos siempre disponibles ante quien se siente solo y deprimido. Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando».

Con información de la Conferencia Episcopal Española.

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