Menú 
Río de Janeiro (Lunes, 21-06-2016, Gaudium Press) La Catedral de San Sebastián de Río de Janeiro acogió este último día 11 de junio la Peregrinación de la Pastoral de la Persona con Deficiencia (Pasped) a la Puerta Santa. En la ocasión, el Rito de Entrada fue conducido por Monseñor Joel Portella Amado, y la celebración fue presidida por el Cardenal Orani João Tempesta.
El coordinador arquidiocesano de la Pastoral de la Persona con Deficiencia, Cesar Bacchim, destacó que la peregrinación fue celebrada de manera familiar, una vez que, en su opinión, la Catedral Metropolitana recibió a todos los fieles con cariño de madre.
«Todos los movimientos y pastorales que trabajan con las personas ciegas, sordas, en sillas de rueda, con muletas y con alguna deficiencia intelectual participaron cantando, rezando y alabando a Cristo por medio de la Lengua Brasileña de Señales (Libras), del braille, de sonidos que Dios comprende o en el silencioso corazón. Fue una celebración muy familiar; el respeto y el cariño fueron señales evidentes. La Catedral, que representa el corazón central de nuestra Iglesia, nos acogió con cariño de madre, así como todos los que ayudaron y apoyaron nuestro Jubileo», dijo Cesar.
Para la Hermana María de las Gracias Rodrigues, de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Gloria, del Sodalicio de la Sacra Familia, en la Iglesia, siempre hay lugar para todos los hijos de Dios, una vez que «la Iglesia acoge como madre y en ella hay espacio para todos. La persona con deficiencia visual se incluye en cualquier espacio, principalmente en la Iglesia, donde sentimos tal acogida con gran fraternidad».
La Pasped, actuante en Río hace 62 años, llevó a la Catedral el coro Sacra Familia, que está compuesto por 11 mujeres.
Una de ellas es la hermana María de las Nieves. Según ella, el encuentro que congregó a tantos hombres y mujeres deficientes fue un milagro.
«Fue un milagro de Dios ver la Catedral reunir tantos deficientes. Eso es gracia del cielo. En este Año de la Misericordia, vivimos buscando hacer lo mejor, amando más, así como Dios nos pide», afirmó.
A su vez, Margareth Lessa, miembro de la Pastoral de los Sordos de la Basílica Inmaculado Corazón de María, en el Méier, recordó que «la celebración abre puertas para todos nosotros», pues «la cuestión de la accesibilidad está todavía más fuerte, demostrada por la Iglesia Católica, en una celebración en que todos participan juntos».
«La alegría de estar aquí, de vivir nuestra Fe, incluso con todas las diferencias y limitaciones; ellas se van anulando y conseguimos sobreponernos a todas ellas; eso es muy importante. Que se repitan más eventos como este que ocurrió en la Casa Madre», completó.
A lo largo de la ceremonia, la Primera Lectura fue leída por un deficiente visual a través del sistema de lecturas con el tacto para ciegos, el braille. En seguida, el que estaba en silla de ruedas y miembro de la Fraternidad Cristiana de Personas con Deficiencia, Eraldo Gomes de Arruda Cavalcanti, leyó un mensaje en nombre de la pastoral. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro
Deje su Comentario