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Roma (Martes, 28-06-2016, Gaudium Press) Proponiendo a San Juan Bautista como modelo para los sacerdotes, el Vicario del Papa la Diócesis de Roma, Cardenal Agostini Vallini, clausuró recientemente el triduo dedicado al santo precursor de Jesús.
Durante la celebración Eucarística que ocurrió el pasado viernes 24 de junio en la Basílica de San Juan de Letrán, que contó con la presencia de los presbíteros de la diócesis romana, el purpurado llamó a los sacerdotes a preparar el camino del Señor con el propio testimonio.
«Hablando de Juan Bautista, el Evangelio usa muchas veces el verbo ‘preparar’ porque él es quien prepara el camino a Jesús con su testimonio de vida, la palabra y el martirio», dijo el Cardenal, quien añadió que el profeta ofreció su testimonio desde el desierto, vestido con piel de camello, alimentándose de langostas, abriendo los caminos al Señor desde su predicación.
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| «Para ser sacerdotes hoy necesitamos valor sin retroceder en las situaciones desafiantes y difíciles»: Cardenal Vallini / Foto: RomaSette.it. |
A los sacerdotes, y cientos de fieles presentes en la Basílica Lateranense, Vallini exhortó: «Es necesario preparar los caminos al Señor», ya que quien entra en el corazón de cada hombre es el propio Jesús.
«Quien entra en los corazones no somos nosotros, si lo hacemos nos equivocaremos. Quien entra en los corazones es Cristo con la luz de la fe, el ardor de la caridad, la fuerza de la esperanza. Pero es necesario prepararle la vía: en calidad de bautizados somos llamados con nuestra vida, nuestra palabra, la fortaleza en las horas difíciles, a allanar el camino para el Señor», subrayó el Vicario de la diócesis romana.
Dirigiéndose especialmente a los presbíteros, el Cardenal manifestó: «El sacerdote es aquel que abre la puerta a Cristo y la fuerza del Espíritu Santo». Por eso, añadió, «estamos llamados a hacerlo, ante todo, con el testimonio de nuestra vida, un testimonio que se recopila por medio de signos y de un estilo de vida marcado por la esencialidad».
«Juan Bautista tiene mucho que enseñarnos. El sacerdote es el hombre de la palabra y de la enseñanza: convirtámonos en anunciadores en cada celebración meditando brevemente la palabra de Dios en la cotidianidad. Para ser sacerdotes hoy necesitamos valor sin retroceder en las situaciones desafiantes y difíciles», agregó el purpurado.
Pero los presbíteros no han de estar solos, es necesario que la comunidad ore por ellos y les acompañe. Sobre ello también se refirió el Vicario de la Diócesis de Roma: «Con frecuencia el pueblo de Dios expresa juicios severos, algunas veces con razón, pero no se pude juzgar sólo por un sacerdote. Es necesario acompañarlo, ayudarlo, escucharlo, incluso en su ministerio. No sean sólo jueces de los sacerdotes, sean aquellos que les prestan ayuda, consuelo, colaborando con ellos y poniendo a disposición aquello que cada uno tiene en su tiempo libre, inteligencia y capacidad».
Durante la celebración Eucarística, que contó también con la presencia de Mons. Angelo De Donatis, Obipo Auxiliar y responsable del Servicio para la Formación Permanente del Clero; y de Mons. Luca Brandolini, Vicario, se conmemoraron las bodas sacerdotales de los presbíteros romanos. De los cuales 46 celebraron su 25º aniversario, 41 sus 50 años y 14 los 60.
De la redacción de Gaudium Press, con información de RomaSette.it.
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