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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 19-10-2016, Gaudium Press) La Conferencia Episcopal de Triveneto «expresó parecer favorable a la apertura de la causa de beatificación del Cardenal Celso Costantini (1876-1958), personaje de fuerte ímpetu misionero y caridad pastoral, así como evangelizador de la China, originario de la diócesis de Concordia – Pordenone».
El comunicado de los Obispos de Triveneto, Italia, informa la decisión, concretizada durante un día de profundización dedicado a la catequesis y al anuncio del Evangelio, el 30 de septiembre, en la sede de la Conferencia regional en Zelarino (Venecia).
Mons. Celso Constantini
Nacido en Castions de Zoppola el 3 de abril de 1876, Celso Costantini fue ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1899. Fue párroco en diversas parroquias, demostrando un gran espíritu misionero.
En 1920 fue nombrado Administrador apostólico de Fiume, nombrado Obispo el 22 de julio de 1921. El 12 de agosto de 1922 Papa Pío XI lo nombró primer Delegado apostólico en China, elevándolo a la dignidad Arzobispal.
En 1924 él promovió el primer «Concilio Sinense», Concilio Plenario de China, realizado en Shanghái.
Gracias a su obra, el 28 de octubre de 1926 fueron consagrados por el Papa Pío XI, en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, los primeros 6 Obispos chinos.
En 1927 fundó la primera congregación religiosa china, la Congregación de los Discípulos del Señor, para promover la evangelización en China, hecha por los chinos.
Fue también gracias a su empeño que nació la primera Universidad católica china, Fu Ren, hoy en Taiwán.
Al retornar a Italia, de 1935 a 1953 fue Secretario de la Congregación «Propaganda Fide», actual Congregación para la Evangelización de los Pueblos, y durante su mandato, con su directo envolvimiento, fue instituida la jerarquía eclesiástica en China, en 1946.
El Papa Pío XII lo hizo Cardenal en el Consistorio del 12 de enero de 1953.
Él murió en Roma el 17 de octubre de 1958, entre la muerte de Pío XII y la elección de Juan XXIII.
Aún hoy, el Cardenal Celso Costantini permanece como una referencia para las relaciones entre China y la Santa Sede y el apostolado misionero en aquella región. (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de FIDES)
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