viernes, 29 de marzo de 2024
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“El Hombre no puede tener la pretensión de dispensar a Dios”, dice Cardenal Robert Sarah, en Portugal

Lisboa – Portugal (Viernes, 21-10-2016, Gaudium Press) El futuro de Occidente está comprometido si es construido con las «espaldas dirigidas» a Dios.

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La afirmación es del Cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en entrevista a periodistas, en Lisboa.

Dispensarse de Dios: genera conflicto, barbarie, violencia

Las afirmaciones del Cardenal van más adelante y son más profundas: «El hombre no puede tener la pretensión de dispensarse de Dios sin correr el riesgo de morir y de desaparecer, por la violencia que él mismo crea, las guerras, todas las situaciones de conflicto, de barbarie. Fue el hombre que creó todo eso, porque dio las espaldas a Dios, porque pensamos que somos autónomos, independientes, que podemos hacer todo lo que queremos».

Robert Cardenal Sarah

El cardenal nació en una aldea de Guiné-Conacri, en 1945. Él fue nombrado obispo en 1979 por San Juan Pablo II. Llegó al Vaticano en 2001, ejerciendo funciones que lo llevaron a ser creado cardenal por Benedicto XVI en 2010.

Cardenal Africano

Para el Purpurado, África no tiene «lecciones» a dar a Europa, además del ejemplo que representa el crecimiento del catolicismo en el continente, desde el inicio del siglo XX. «Sé que Dios realiza siempre cosas magníficas con los pobres, con los que no tienen nada, los que no son nada», explica.

El Cardenal Robert Sarah, en 1984, estuvo en una lista de marcados para morir elaborada por el régimen de su país.
Para él, todo lo que sucedió en su vida se debe a Dios: «Si nos separamos de Dios, es como un árbol sin raíces, muere. Si el río no tiene una naciente que lo alimente, él se seca, ya no tiene agua», comenta.

La crisis de Dios en Occidente y la misión de los cristianos

El cardenal Robert Sarah vino a Lisboa a pronunciar una conferencia con una sugestiva temática: ‘La crisis de Dios en Occidente y la misión de los cristianos’.

La conferencia forma parte de una iniciativa promovida por la Universidad Católica Portuguesa, en Lisboa, y es promovida por la Fundación ‘La Junción del Bien’.

Portugal en la ONU

El antiguo presidente del Consejo Pontificio ‘Cor Unum’, organismo de la Santa Sede que coordina las actividades de las organizaciones caritativas de la Iglesia, comentó en su entrevista la elección de António Guterres como nuevo secretario general de la ONU: es «un gran honor para Portugal». Y deseó que el país dé su contribución para que el mundo «no se preocupe apenas con el éxito material, sino también con el éxito interior».

Identidad Católica, refugiados, liturgia, familia

En su conversación con periodistas, el Cardenal además trató de temas actuales y concernientes a sus responsabilidades en el Dicasterio que dirige y funciones en el Colegio Cardenalicio:

De Portugal, el cardenal elogia la «identidad católica, sus valores católicos, universales», manifestando la convicción de que el país «va combatir para proteger la familia, proteger la vida, la dignidad de la persona humana».

A propósito de la crisis de refugiados, Mons. Robert Sarah sustenta que nadie se puede considerar «inocente» delante de este drama humano:

«Nosotros somos todos responsables por esta situación, principalmente Occidente», alertó.

El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos discurrió también sobre el trabajo de este dicasterio, subrayando que «la Liturgia tiene que ser bella, tiene que ser silenciosa, no barullenta», respetando el «lenguaje sagrada».

Habiendo participado de los trabajos del reciente Sínodo de los Obispos que trató sobre la familia, Mons. Robert Sarah sustenta que la misión de la Iglesia es revelar «el pensamiento de Dios» sobre el matrimonio. Comentó también las polémicas surgidas sobre la situación de los católicos divorciados que contrajeron nuevas nupcias:

«Naturalmente, no podrán participar en el Sacramento de la Eucaristía, porque no están en la disposición necesaria para comulgar, pero podrán perfectamente estar en la comunidad, participar en la vida comunitaria, en la organización de la parroquia». (JSG)

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