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Cardenal Primado de Colombia resalta que medidas de "protección de niñas, niños y adolescentes son una prioridad absoluta para la Iglesia Católica"

Bogotá (Jueves, 23-02-2017, Gaudium Press) El Cardenal Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia ha dirigido una carta a la señora Cristiana Plazas Michelsen, Directora General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, en la que le expresa que «la protección de las niñas, niños y adolescentes son una prioridad absoluta para la Iglesia Católica en Colombia».

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Foto: Arquidiócesis de Bogotá

El purpurado bogotano afirma que comparte con la destinataria de la misiva «la apremiante necesidad de no omitir esfuerzo para denunciar el abuso sexual como un delito atroz a la humanidad, sobre todo en momentos een quela violencia sexual contra los niños aumentó un 49,2 % en el 2016 en la ciudad de Bogotá. Esto nos impulsa, como Iglesia, a asumir clara y lealmente la consigna ‘cero tolerancia’ ante cualquier caso que sea denunciado ante nuestros delegados de protección de menores y a tomar todas las medidas para que los responsables sean castigados tanto canónica como civilmente. Si se comprueba el abuso, un sacerdote jamás podrá volver a ejercer su ministerio».

Asimismo recuerda el Cardenal Salazar que «en la Arquidiócesis de Bogotá, como en las otras circunscripciones eclesiásticas del país por compromiso unánime de los obispos, hemos puesto en marcha una oficina de protección de menores para que por medio de programas de prevención, proyectos formativos en los semnarios, talleres para ministros ordenados y comunidades consagradas, catequistas y docentes de instituciones católicas, realicemos un serio trabajo formativo para que todos nuestros establecimientos asuman decididamente una ‘cultura del buen trato’ y salvaguarda de las niñas, niños y adoslescentes a los cuales servimos. Todos los que realizan un trabajo con menores de edad reciben la debida capacitación y se comprometen, por medio de un manual de conducta, a que nuestra labor evangelizadora sea desarrollada con los debidos límites profesionales en las relaciones interpersonales y el atento cuidado a la dignidad humana de nuestros menores».

Para conocer la carta en su integridad, haga clic aquí.

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