viernes, 29 de marzo de 2024
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Monjes de Nursia reconstruyen su monasterio manteniendo viva su espiritualidad

Amatrice (Sábado, 11-03-2017, Gaudium Press) Los Monjes de Nursia, quienes se vieron obligados a enfrentar la reconstrucción de su monasterio tras la serie de terremotos en el centro de Italia, explicaron a CNA que la tragedia, lejos de arrebatarles su espiritualidad, les permite vivir su carisma en identificación con San Benito. «Montecassino fue destruida una vez cuando él estaba allí como abad», relató el P. Martin Bernhard. «Encontramos un gran consuelo en que tenemos esta oportunidad de seguir el espíritu de nuestro fundador».

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Los monjes evalúan la destrucción del terremoto en febrero de 2017. Foto: Monjes de Nursia.

Además de la ruina material de una edificación, San Benito se enfrentó al colapso del Imperio Romano y de toda la sociedad de su tiempo. El Santo «no se dio por vencido, y sabía que la verdadera respuesta seguía siendo el culto de Dios, que la principal cosa que podía hacer era devolver a Dios y centrar nuestras vidas y construir nuestras vidas en torno suyo». El trabajo de San Benito a través del establecimiento de la vida monástica occidental permitió sentar las bases para la nueva civilización cristiana que nacía.

«Ha sido un proceso muy humillante y purificante» refirió el sacerdote sobre las incomodidades que los monjes han enfrentado por los daños materiales de los terremotos. «El terremoto y el tipo de la destrucción de las cosas materiales que hemos visto realmente nos ha recordado el hecho de que somos peregrinos aquí en la tierra, y que este mundo pasará, y que las cosas más grandes, más gloriosas que el hombre puede construir , un día van a volver al polvo, y es el alma lo que perdura, y es Dios».

Para el religioso, el vivir en condiciones más pobres y sobrellevar el frío del invierno «en realidad nos ha hecho depende aún más de Dios», lo cual se traduce en gracias inesperadas. «De hecho hay una gran paz y alegría entre los monjes a pesar de las grandes pruebas y penalidades». La realidad del terremoto simboliza para los monjes el colapso de varios aspectos de la cultura occidental. «Ahora tenemos una oportunidad de renovar nuestra fe y reconstruir con ese espíritu de centrar todo alrededor del culto de Dios, la cosa más importante para nosotros.

Con información de CNA.

 

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