jueves, 28 de marzo de 2024
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Sacerdote chino recuerda testimonio de Obispo subterráneo

Beijing (Miércoles, 15-03-2017, Gaudium Press) La figura de Mons. Casimiro Wang Milu, Obispo emérito de Tianshui, China, fallecido el pasado 14 de febrero, es una de las figuras emblemáticas de las difíciles pruebas de la Iglesia en China a causa de la presión estatal y el tortuoso camino hacia la unidad y la reconciliación de la comunidad católica en el país. Habiendo permanecido en plena comunión con la Santa Sede, padeció la prisión por su pertenencia la Iglesia subterránea , y luego enfrentó una suspensión por un posible exceso en la aplicación de las potestades especiales concedidas a los prelados perseguidos. A pesar de sus limitaciones, fue recordado con afecto, respeto y admiración por su audacia y fidelidad a la fe.

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Mons. Casimiro Wang Milu. Foto: AsiaNews.

«Mons. Wang ha hecho una gran contribución a la Iglesia en China en un tiempo de circunstancias históricas muy especiales, incluso si en algunos aspectos, no pudo hacerlo tan bien como podría», recordó el P. Peng Jian Dao, sacerdote de Hebei, China en un artículo para AsiaNews. El prelado fue ordenado en secreto – incluso para la Santa Sede – como Obispo de Qinzhou por Mons. Joseph Fan Xueyan, en medio de la persecución en 1981. Esta polémica decisión fue tomada para permitir el crecimiento de la iglesia subterránea y fue ratificada más adelante por la Santa Sede, que instituyó temporalmente la directiva de «ordenar primero y notificar después» a la Iglesia subterránea.

Por las ordenaciones secretas, Mons. Wang Milu fue encarcelado en 1984 y sentenciado a 10 años de prisión. Después de cumplirsu condena reanudó su ministerio pastoral en la clandestinidad. El prelado ordenó a tres Obispos subterráneos en lo que fue investigado como un abuso de las facultades extraordinarias concedidas a la Iglesia subterránea y fue suspendido por este motivo en 2003. Las facultades excepcionales fueron finalmente eliminadas por Benedicto XVI en 2007 y Mons. Wang Milu, mantuvo en todo momento su plena comunión con la Iglesia.

«El 3 de enero de 2017, de una manera inesperada, Mons. Wang sufrió una hemorragia cerebral y fue llevado al hospital. Su salud se deterioró de nuevo después del 29 de enero», relató el sacerdote. «La sobrina de Mons. Wang, Wang Weiyun se informó acerca de la situación de salud del obispo y me preguntó si podía ayudarla a recaudar dinero para su atención médica, ya que el tratamiento era caro y el obispo era pobre». El prelado falleció el mismo día en que el P. Peng fue nombrado párroco en una nueva parroquia. «No se puede negar la contribución que Mons. Wang Milu ha dado a la Iglesia (…) Teniendo en cuenta la situación histórica especial en la que vivía, no hay que poner toda la culpa sobre él», concluyó. «Después de pensar durante muchos días, he decidido escribir esta reflexión para expresar una memoria de Mons. Wang Milu llena de afecto, respeto y admiración».

Con información de AsiaNews.

 

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