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Greenville (Sábado, 08-04-2017, Gaudium Press) Los nuevos templos católicos de Estados Unidos, especialmente en el sur del país, estarían marcando una tendencia hacia la recuperación de los estilos tradicionales de la arquitectura sacra, según expresó para el informativo Crux el P. Dwight Longenecker, quien impulsó en su propia parroquia la edificación de un templo en estilo románico.
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Los drásticos cambios introducidos a los templos en la segunda mitad del siglo XX son expresión de una gran cantidad de cambios a nivel litúrgico y pastoral. «Las iglesias antiguas enfrentaron una renovación radical cuando las imágenes fueron removidas y guardadas en el sótano, los tabernáculos movidos a capillas laterales, los altares fueron movidos hacia delante, las bancas y los arrodilladeros removidos y los pisos de madera antigua o baldosa cubiertos por alfombra de pared a pared», recordó. «Los nuevos templos fueron diseñados con ideologías igualitarias radicales en mente».
Capítulos desafortunados de esta historia incluyeron la construcción apresurada de templos en materiales económicos con formas utilitarias y, en algunos casos, difíciles de comprender. «Parecía que la arquitectura brutalista católica había llegado para quedarse», se lamentó el sacerdote, quien calificó como «la mayor ironía» el hecho de que estos diseños se presentaran como «templos para la gente». En realidad, según el P. Longenecker, los diseños fueron impuestos por autoridades eclesiásticas y la gente nunca gustó realmente de los resultados.
«Ahora todo esto parece una moda pasajera», comentó. «Los nuevos templos católicos, especialmente en el Sur, están siendo construidos en estilos tradicionales de arquitectura católica». Entre las tendencias observa un retorno del gótico, el románico o el neoclásico. Incluso los templos que se inspiran en las formas de los templos de los años setenta combinana elementos de la arquitectura tradicional católica. Los proyectos rescatan vitrales, altares y otros elementos de templos cerrados y se registra una reactivación de la fabricación de elementos de arte y arquitectura sacra.
El empleo de estilos tradicionales no representa falta de originalidad ni de conexión con los fieles. «Las nuevas iglesias que están siendo edificadas en América pueden hacer eco del pasado, pero lo hace aquí y ahora para los católicos de hoy», concluyó el sacerdote. «Podrán ser góticas, románicas o neoclásicas, pero son nuestras góticas, románicas o neoclásicas. Su autenticidad no se fundamenta tanto en los ladrillos y el cemento o el diseño arquitectónico, sino en la autenticidad de la liturgia católica que se celebra allí y, más importante, en la fe católica vivida por su gente en su vida cotidiana».
Con información de Crux.
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