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Ciudad del Vaticano (Lunes, 28-08-2017, Gaudium Press) El VIII centenario de consagración de la Basílica de la Abadía cisterciense de Casamari, en Italia, se conmemorará el 15 de septiembre próximo. El Papa Francisco nombró al Cardenal Pietro Parolin como su enviado para representarlo en las ceremonias de las celebraciones.
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Casamari
La fundación de la Abadía de Casamari remonta al amanecer del segundo milenio, cuando algunos religiosos de Veroli, con la intención de formar una comunidad monástica benedictina, comenzaron a construir un monasterio sobre las ruinas de Cereate, la casa que perteneció y donde vivió el noble romano Caio Mario, nombre que dio origen a la denominación de la Abadía: Casamari, Casa de Mario.
Benedictinos, Cisterciense, Trapistas
Alrededor de la mitad del siglo XII, los monjes benedictinos fueron substituidos por los cistercienses los cuales, en breve tiempo, construyeron el actual monasterio, una verdadera perla de la arquitectura cisterciense.
Después de un período de esplendor, a partir de la mitad del siglo XIV Casamari entró en un lento proceso de declive, hasta que en 1717 llegó una comunidad de monjes cistercienses reformados, llamados Trapistas, provenientes de Buonsollazzo, Toscana, que dieron un nuevo impulso a la vida espiritual, cultural y material del monasterio.
Napoleón, incendios y hurtos
En la época napoleónica y durante el siglo XIX, Casamari sufrió invasiones, saqueos, incendios y derramamiento de sangre.
Despojada de sus bienes con las leyes de expropiación de 1873, la abadía, en el año siguiente, fue declarada monumento nacional.
En 1929 Casamari, junto con los monasterios por ella fundados, fue elevada a Congregación monástica autónoma, agregada a la Orden Cisterciense. Actualmente viven en la Abadía de Casamari 16 monjes. (JSG)
Con información de Radio Vaticano.
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