Rosario: oración dirigida a la Virgen que la lleva a Jesús, dice obispo mexicano

Ciudad de México (Lunes, 23-10-2017, Gaudium Press) El 13 de octubre Mons. Armando Colín, Vicario Episcopal, presidió la Celebración Eucarística en la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en la «Colonia Pro Hogar», México, encerrando el Año Jubilar en esta comunidad, a propósito del Centenario de las apariciones de Fátima.

Fue también ocasión para la conmemoración de la Fiesta de la Patrona de la Parroquia.

Palabras de Mons. Armando

Mons. Armando reafirmó la invitación para que se escucharan las palabras del Papa Francisco en Fátima y, al mismo tiempo reforzó la invitación del Pontífice para que se rece siempre el Rosario, que no se tuviera miedo y no nos separemos de la Santísima Virgen. Es Ella que nos conduce a Jesucristo y presenta a Él nuestras dificultades.

El señor obispo recordó los últimos acontecimientos vividos en México por causa de los terremotos y explicó cómo esta experiencia dolorosa puede ser una invitación a la reflexión para «reconstruir nuestra vida, nuestra familia y nuestra espiritualidad. Una forma de hacerlo es oír la voz del Señor, lo que nos dice a través de su Palabra para, de ese modo, caminar juntos para el Cielo».

Qué dice Dios con estos acontecimientos

Además, Mons. Armando pidió a todos llevar consuelo y ayuda a los flagelados:
«Todo nos hace meditar en lo que Dios nos quiere decir con estos acontecimientos. (…) Que esta experiencia nos haga pensar que tenemos que ser hermanos, vivir en comunión, que tenemos que ayudarnos unos a otros, sin exclusiones. (…) Que las familias estén más unidas, que los esposos deben amarse más y manifestar su amor, que los padres comprendan más a los hijos y que los hijos sean más obedientes para con sus padres».

Fátima

«Estamos recordando las apariciones de Nuestra Señora y su última aparición. (…) Una de las tareas que nos recomendó fue arrepentimiento y conversión», dijo.

Otra de las recomendaciones dejadas por la Virgen fue la recitación del Santo Rosario: «una oración Cristocéntrica que nosotros dirigimos a la Virgen y que Ella la entrega a Jesús, recordó.

Además, Mons. Armando recordó que estamos llamados a hacer penitencia por la conversión del mundo. (JSG)