Hospitales católicos en New South Wales, Australia, se preparan para desafiar eutanasia

Sídney (Jueves, 26-10-2017, Gaudium Press) El proveedor católico de salud más grande de Australia, St Vincent’s Health, anunció a través de su CEO, Toby Hall, que la institución no realizará ningún procedimiento de eutanasia o suicidio asistido si llegara a ser legalizado en el estado australiano de New South Wales. La posición es la misma anunciada en su momento para el estado de Victoria, donde también se debate la aprobación legal del procedimiento.

La propuesta de legalización de la eutanasia fue calificada como «una ley fallida y peligrosa».

«Nuestra posición, si la ley de los miembros privados pasara en el Parlamento, es la misma que en Victoria: No proveeremos ningún servicio o apoyo al suicidio asistido», manifestó Hall. «Ya hemos enviado correspondencia a todos los miembros del Parlamento de New South Wales motivándolos a no apoyar la legislación». Sin importar el resultado final de las iniciativas legales, los hospitales se acogerán a la facultad legal de elegir si ofrecen o no los procedimientos y no los llevarán a cabo.

Por su parte, Mark Green, Director Nacional de Mission at Calvary Care, organización de inspiración católica que opera 15 hospitales y residencias para la tercera edad, indicó que el suicidio asistido no hará parte de la asistencia que se presta en ninguna de las sedes ni tampoco en los hogares de los pacientes. «Calvary no va a cambiar la forma en la que actualmente presta cuidados paliativos o del final de la vida; vamos a continuar optimizando la calidad de vida y el apoyo a las personas y sus familias». En caso de recibir una solicitud de este tipo por parte de un paciente, el Director indicó que «se explorarían las razones para una petición como esa, pero no asistiríamos en forma alguna».

La propuesta de legalización de la Eutanasia fue denunciadas como «una ley fallida y peligrosa» por parte de Suzanne Greenwood, Jefe ejecutiva de Catholic Health Australia. La experta pidió a los legisladores «considerar profundamente los impactos que esta ley tendrá sobre las personas vulnerables y la comunidad» y lamentó que no se tenga en cuenta las preocupaciones éticas y sobre seguridad planteadas por muchos médicos y especialistas en cuidados paliativos. «¿No deberíamos, como sociedad, estar dedicando un mayor número de recursos a mejorar la capacidad de una persona para experimentar un significativo período de su vida, que conduce a la muerte, en lugar de aceptar el deseo suicida como si fuera el producto de la claridad, la perspectiva no afectada y una mente libre de enfermedades mentales?».

Con información de Arquidiócesis de Sídney.