jueves, 28 de marzo de 2024
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El pequeño lirio para el cual Jesús miró

10.jpgRedacción (Viernes, 01-12-2017, Gaudium Press) El Evangelio habla de la flor que por la mañana es fresca y bella, pero que a la tarde ya perdió su exuberancia y marchita. Presentamos al querido visitante la narrativa de un lirio que, sin perder su exuberancia y belleza, antes del mediodía fue cogido por Dios.

Se trata de una niña irlandesa del inicio del siglo XX, que vivió durante el pontificado de San Pío X, el Papa que posibilitó a los niños, bajo determinadas condiciones, recibir la Primera Comunión.

Ellen Organ – o Nellie como afectuosamente le llamaban – habiendo quedado huérfana fue acogida en el Monasterio del Buen Pastor. Debido a la enfermedad que la prendía al lecho y a su poca edad – tenía poco más de 3 años – fue alojada dentro de la clausura, próxima a la celda de la religiosa que de ella cuidaba.

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Ellen (Nellie) Organ – una de las pocas fotos de ella

Impresionaba a Nellie la alegría y bondad de la religiosa al traerle la refección de la mañana, luego después de haber comulgado en la Misa conventual. Iba haciendo preguntas y acabó por comprender y sobre todo a amar a Jesús en la Eucaristía.

Como no podía comulgar debido a la poca edad, pedía a la religiosa que viniese abrazarla luego después de recibir a Jesús. Su conocimiento y deseo de recibir la Eucaristía iba creciendo. Cierto día pidió para recibir a Jesús, a quien ella llamaba «el Dios Santo». Le fue dicho que todavía tenía poca edad, pero en nada eso disminuía su deseo de la Eucaristía.

Durante un retiro predicado a la comunidad, el sacerdote, sabiendo del deseo de Nellie, fue a verla. Salió impresionado de cómo ella tenía bien claro lo que era la Eucaristía: era «el Dios Santo» escondido en la hostia. Preguntado qué ocurriría si recibiese la Comunión, respondió «Jesús descansará en mi lengua y después descenderá a mi corazón».

El sacerdote certificó que ella ya tenía el uso de la razón y discernía bien lo que era la Eucaristía. Consultó al Obispo, el cual aprobó que se le fuese dada la comunión.

En el día de recibir a Jesús contaba ella con 4 años y 3 meses, era diciembre de 1907. Al recibir la Eucaristía por primera vez los circunstantes narran que el rostro de Nellie quedó visiblemente luminoso, pareciendo que de él salía una intensa luz. Ese hecho se repetía todas las veces que volvió a comulgar.

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Convento del Buen Pastor – Cork -Irlanda

Otro hecho también inexplicable: Nellie padecía de grave enfermedad en los huesos, su maxilar y encías se habían podrido y exhalaban un fuerte mal olor. A partir de la Primera comunión, aunque la enfermedad permaneciese, el mal olor desapareció.

Poco menos de 2 meses después de la Primera comunión Nellie falleció plácidamente, aunque, por la naturaleza de la enfermedad, debiese estar con fuertes dolores. Así como ella, el «Dios Santo» tenía prisa en recibirla.

Al ser transferido su cuerpo al convento 18 meses después de la muerte, constataron que él estaba intacto y que las señales de las enfermedades habían desaparecido. Su vestido de Primera comunión, con el cual fue enterrada, también estaba intacto.

Hasta hoy su tumba es visitado por millares de personas. Su cuerpo reposa en el Convento del Buen Pastor, en Cork, Irlanda.

Ese fue uno de los hechos que llevó al gran San Pío X a permitir el acceso a la Eucaristía a niños menores, desde que sepan distinguir entre el pan común y el pan eucarístico.

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