jueves, 28 de marzo de 2024
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Prefecto de la Congregación para el Clero: El tiempo de oración nunca es tiempo perdido

Ciudad del Vaticano (Sábado, 06-01-2018, Gaudium Press) El Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Beniamino Stella, dedicó una homilía en la apertura del Congreso sobre el Ministerio Sacerdotal en el Pontificio Seminario Francés de Roma al tema de la oración como una de las grandes necesidades de quienes se forman para el ministerio sacerdotal. El purpurado indicó que los discípulos deben cultivar una relación personal con Cristo: «Una hora cada día es necesaria, un tiempo para el Señor, dejarse encontrar por Él y crecer en Su amistad».

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La oración es un deber fundamental para los sacerdotes y seminaristas.

«El tiempo que dedicamos al Señor en oración, en meditación y en un encuentro personal nunca es tiempo perdido», afirmó el Cardenal, según reportó L’Osservatore Romano. Este cultivo de la espiritualidad es un deber esencial para los sacerdotes quienes pueden llegar a ser «buenos administradores, tener títulos importantes, tener las cualidades de un administrador o ser refinados liturgistas y expertos en ritos sagrados, pero sin Jesús, no existe el verdadero sacerdocio».

El Card. Stella recordó a los seminaristas que deben velar, de forma que no sean sorprendidos en medio de la noche, alimentando con intensidad la relación con Jesucristo «para ser sus verdaderos discípulos». El Prefecto recordó que la oración nunca es una pérdida de tiempo. «Al contrario, cuanto más generosos seamos con los tiempos ofrecidos a Dios, más podremos ver a los hermanos con el corazón de un pastor y como instrumentos preciosos de la ternura del Padre».

«Contemplar el rostro de Dios, escuchar su Palabra, compartir una amistad personal y cotidiana con Él, se convierte en fuerza para la misión evangelizadora, para ir a encontrar a los hermanos y conducirlos también a descubrir la consoladora alegría del Evangelio», expresó. El purpurado concluyó su reflexión con una invitación a los presentes a preguntarse si lo que buscan es la búsqueda del propio interés o «al Señor para permitirme ser capturado por su palabra y por la belleza de su amor y así poder proclamarlo a los hermanos».

Con información de L’Osservatore Romano y Zenit.

 

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