Institución en Inglaterra ofrece capacitación en cantería para apropiada restauración de Catedrales

Londres (Viernes, 13-04-2018, Gaudium Press) Inglaterra cuenta con uno de los programas educativos más particulares y especializados del mundo: el Cathedrals' Workshop Fellowship, un taller de aprendizaje en el arte de la cantería - el labrado de la piedra y su uso en construcción - para una adecuada restauración de las catedrales históricas del país. Durante el programa, que cuenta con el patronato del Príncipe de Gales, los estudiantes aprenden la teoría y la práctica de este antiguo arte y tiene la oportunidad de trabajar de primera mano en proyectos de restauración en edificios religiosos existentes.

Los aprendices tienen prácticas en edificaciones reales. Foto: Cathedrals' Workshop Fellowship

Si bien los estudios están inicialmente dirigidos de manera exclusiva a los canteros aprendices, se ha involucrado a otras especialidades como la carpintería y a los electricistas debido a las necesidades de los templos. Cómo explicó Steve Buchan, electricista principal de la Catedral de Canterbury en diálogo con Christian Today: "He visto muchos errores cometidos por contratistas, desde ingenieros de alarmas de incendio hasta plomeros. No es porque ellos no conozcan su oficio, simplemente no entienden el entramado de estos edificios", comentó. "Ellos perforan a través de muros del siglo XII que no deberían y este tipo de errores son irreversibles. Nos están costando nuestra historia".

Foto: Cathedrals' Workshop Fellowship

El programa de formación emite un grado validado por la Universidad de Gloucestershire y vincula a sus aprendices en trabajos en nueve catedrales participantes durante un periodo de dos años académicos. Los estudiantes reciben formación y experiencia y aportan trabajo en las restauraciones reales que emplean los mismos métodos de cantería clásica usados para la construcción original de los templos. De esta manera, las restauraciones son hechas de manera cuidadosa y con mano de obra especializada.

"Es agradable tener este grado, pero el privilegio real ha sido aprender tanto acerca de mi oficio y ser capaz de contribuir a la conservación de estos sorprendentes edificios que son disfrutados por tantas personas. En realidad me siento parte de una hermandad", indicó a Christian Today uno de los alumnos.

Con información de Aleteia