martes, 16 de abril de 2024
Gaudium news > Obispo nicaragüense comenta papel de la Iglesia en diálogos entre la población y el gobierno

Obispo nicaragüense comenta papel de la Iglesia en diálogos entre la población y el gobierno

Managua (Jueves, 28-06-2018, Gaudium Press) El Obispo auxiliar de Managua, Mons. Silvio José Báez concedió una entrevista a la revista española Alfa y Omega en la cual destacó el importante papel de la Iglesia Católica en medio de los diálogos sociales y afirmó que la participación de la Iglesia como mediadora no significa una posición de neutralidad ante los sufrimientos del pueblo.

MONS SILVIO JOSE BAEZ GAUDIUM PRESS.jpg
Mons. Silvio José Báez, Obispo auxiliar de Managua, Nicaragua. Foto: Mons. Silvio José Báez. 

Monseñor Báez lamentó que la situación actual haya causado una gran división y profundas heridas en la sociedad nicaragüense. «Después de que se supere esta crisis quedarán muchos resentimientos en los corazones, mucho odio entre las personas y desequilibrios emocionales a nivel personal y familiar», advirtió el prelado. «Quedará una sociedad herida y dividida, por lo que en el futuro la Iglesia tendrá delante una inmensa tarea de sanación interior de las personas y de promoción de procesos de reconciliación profunda».

El Obispo explicó que los diálogos continúan a pesar de varias suspensiones debidas a las acciones de represión violenta por parte del gobierno, «aunque ciertamente este no es el mejor ambiente para dialogar». «Los Obispos estamos convencidos de que, aun con toda su fragilidad, es la única salida pacífica y constitucional a la crisis que estamos viviendo», comentó. «Sin el diálogo, la violencia sería peor».

«Estamos viviendo una situación de represión desproporcionada y excesivamente violenta de parte del Estado hacia la población civil», denunció el Obispo auxiliar. «Una de esas expresiones es el ataque a manifestaciones pacíficas, pero además, se están produciendo también represiones contra ciudadanos que están atrincherados en los tranques (barricadas en las calles)». Entre los graves hechos de violencia, el prelado denunció la existencia de grupos parapoliciales, «que son grupos armados, entrenados, financiados y dirigidos por la Policía», que van en búsqueda de líderes civiles, los cuales son apresados, torturados o incluso desaparecidos. «Además, es escandalosa la presencia de francotiradores en algunos puntos altos de las ciudades, colocados expresamente para disparar a la cabeza o al corazón contra las personas que parecen más activas en las protestas ciudadanas. Todo esto ha creado un ambiente de terror. La gente vive con miedo, no logra dormir, y estamos continuamente esperando dónde surgirá el próximo ataque y cuántos muertos más tendremos que contar».

Por estos motivos, los Obispos pidieron la celebración de elecciones anticipadas que se llevarían a cabo en marzo de 2019, de forma que el actual presidente Daniel Ortega renuncia al poder anticipadamente, posibilidad que ha sido rechazada con firmeza por parte del gobierno. «Daniel Ortega tendría que permanecer en el poder hasta 2021, pero él, como presidente; su mujer, como vicepresidenta; su Gobierno y todo su entorno han mostrado tal rostro de crueldad y han sembrado una situación de terror tan grande que en este momento es un Gobierno no solamente sin autoridad moral, que la gran mayoría de los nicaragüenses rechaza, sino que se ha mostrado como un Gobierno sin capacidad para gobernar» describió. «Por lo tanto, la salida son elecciones anticipadas».

Mons. Báez afirmó que la Iglesia Católica es la institución con mayor credibilidad para la población nicaragüense y es precisamente por este motivo que el gobierno solicitó que tomara el papel de mediadora en el diálogo. «Lo que el Gobierno no entiende es que ser mediadores en el diálogo no nos hace neutrales frente a la violencia, la injusticia, el sufrimiento de la gente y la muerte», expresó el Obispo, quien denunció que el aparato estatal y los medios oficialistas realizan una fuerte campaña «para atacar a los Obispos, para calumniarnos, para ridiculizarnos, para ofendernos… además están las amenazas de muerte contra sacerdotes y obispos, y de modo particular contra mi persona (…). No siento miedo, y creo que es una gracia del Señor».

«Dios está siempre presente en mi vida, a veces fuerte y luminoso con su Palabra, a veces silencioso y aparentemente lejano, pero siempre presente. El Señor tampoco abandona al pueblo, un pueblo crucificado», concluyó el Obispo. «Así se lo dije al pueblo de Masaya, mi ciudad natal, el jueves. Masaya ha sido un pueblo crucificado, pero el Crucificado resucitó y Masaya resucitará. Es un pueblo creyente donde los Obispos vemos cómo la fuerza de la resurrección de Jesucristo se hace presente. Es una experiencia pascual: solamente desde la fe podemos enfrentar una realidad tan dramática».

Con información de Alfa y Omega.

 

Deje su Comentario

Noticias Relacionadas