sábado, 20 de abril de 2024
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Nuevas regulaciones admiten en China el uso de campos de reeducación para casos de

Xinjiang (Jueves, 11-10-2018, Gaudium Press) Una enmienda realizada a la legislación de la región autónoma de Xinjiang, China, permite a las autoridades locales a destinar a «centros de entrenamiento vocacional» a personas influenciadas por el «extremismo religioso» con el fin de «educar y transformar». La normativa entró en vigor el pasado 09 de octubre y ha suscitado gran inquietud por su similitud en el lenguaje con las medidas de opresión empleadas por China durante la llamada Revolución cultural de mediados del siglo XX.

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Durante la Revolución Cultural China, numerosos creyentes fueron humillados y castigados con duras sentencias en campos de trabajo. Foto: AsiaNews.

Según el texto de la ley, estas instituciones tendrán como objetivo la eliminación del «extremismo religioso» y ofrecerán clases de escritura y lectura de lenguaje chino (que podrían estar relacionadas con la redacción forzada de declaraciones contrarias a la propia conciencia), cursos de Educación cívica e instrucción ideológica. Según informó AsiaNews, los métodos incluidos en los programas incluyen tratamientos psicológicos y de corrección del comportamiento para «ayudar a los estudiantes a transformar sus pensamientos y retornar a la sociedad y sus familias».

Organizaciones de derechos humanos como China Aid denuncian que los primeros ciudadanos destinados a dichos campos de entrenamiento son los miembros de la etnia Uygur, de religión musulmana, de quienes se calcula que un millón de personas ya ha sido detenida y torturada desde abril de 2017.

Según China Aid, 20 prisioneros fueron sometidos a maltratos en centros de entrenamiento político chinos, en los cuales eran privados del sueño y restringidos en el uso de sanitarios. Además, se les hizo vestir cascos que producían ruidos durante 21 horas cada día, permitiéndoles un descanso de sólo 3 horas. El ambiente de tortura constante los mantenía en un estado de gran sufrimiento durante todo el día. Además de los maltratos, las familias de los prisioneros recibieron una cuenta de 18.000 yuan como cobro por el «tratamiento».

Con información de AsiaNews.

 

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