martes, 19 de marzo de 2024
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La Palabra de Dios se ha mantenido viva gracias al esfuerzo de muchas generaciones: rector del Pontificio Instituto Bíblico de Roma

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Cueva de San Jerónimo, en la exposición

Roma (Martes, 13-03-2012, Gaudium Press) La exposición bíblica Verbum Domini, que muestra una serie de objetos históricos relacionados a las Sagradas Escrituras, ya está abierta al público de forma gratuita en Roma. Los visitantes podrán visitarla en el Braccio de Carlo Magno en la plaza de San Pedro hasta el próximo 15 de marzo. Sobre esta exposición y la importancia de la Biblia, el rector del Pontificio Instituto Bíblico de Roma, padre José Abrego, concedió una entrevista a Radio Vaticano.

El sacerdote jesuita y doctor en Sagrada Escritura destacó de la exposición la posibilidad de los creyentes de comprender de qué forma la Biblia «ha ido superando dificultades de fuego, de persecuciones, de terremotos». Es una forma muy cercana de valorar la riqueza de la Sagrada Escritura, hoy en día al alcance de todos gracias al esfuerzo de los creyentes del pasado. En palabras del P. Abrego, «la palabra de Dios sigue manteniéndose viva gracias a que muchas generaciones de creyentes han ido conservando el texto», a veces con notables dificultades.

Sobre la relación de los jóvenes con esta realidad tan actual y tan antigua del texto sagrado, el rector del Instituto Pontificio Bíblico manifestó que una exposición como esta puede ayudarles a comprender que la Biblia «no se conserva mitológicamente, sino que es algo que se conserva con mucho cuidado, con mucha crítica, con atención a las distintas traducciones, con respeto». Los visitantes podrán apreciar también los esfuerzos de acercar las Sagradas Escrituras a los diferentes idiomas y culturas a lo largo de la historia.

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Representación de una antigua sinagoga

Ante la pregunta de cómo educar desde la infancia en el cariño hacia la Biblia, el P. Abrego propuso ejemplos tomados de la rica tradición de la Iglesia: «Cuando no había libros, explicaban la Biblia en la arquitectura, en el arte, en la música, en la pintura». Recomendó enseñar con el ejemplo y promover, más que el conocimiento mismo, el amor y el deseo de ir conociendo más: «Hay que crear en el niño ese afán de conocer mejor, porque si no, se quedará con lo que de niño aprendió». Y señaló que el esfuerzo de los educadores debe centrarse en que «el niño guste de lo que la Biblia transmite».

El Pontificio Instituto Bíblico fue creado en 1909 por el Papa Pío X para promover lo más eficazmente posible la doctrina bíblica y todos los estudios relacionados de acuerdo con el espíritu de la Iglesia Católica. Desde su fundación fue encargado a la Compañía de Jesús y, de acuerdo al P. Abrego, busca «colaborar a nivel académico y científico» en una labor de traducción y actualización que «ha sido una constante en la vida de la Iglesia».

Con información de Radio Vaticano.

 

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