Santo Padre recibió Hijas de María Auxiliadora en la Sala Clementina

Ciudad del Vaticano (Martes, 11-11-2014, Gaudium Press) El Papa Francisco acogió este sábado 8, en la Sala Clementina, en el Vaticano, a cerca de 200 participantes en el Capítulo General de las Hijas de María Auxiliadora.

En su discurso, el Pontífice, partiendo del tema propuesto por el Capítulo General, convocó a las hermanas salesianas a «ser, hoy, con los jóvenes, casa que evangeliza», insiriéndose en los contextos sociales y eclesiales del mundo contemporáneo, siempre marcados por las diversas formas de miseria espiritual y material.

En los días actuales, continuó, sufrimos por causa de la indigencia, así como por la falta de amor y relaciones. Y en eso, declaró, en medio de los jóvenes, las Hijas de María Auxiliadora perciben su fragilidad, y a ellos se dedican con ardor y amor, de acuerdo con el espíritu de San Juan Bosco y de la Fundadora Madre Mazzarello.

Don Bosco entrega la regla a la Madre Mazzarello

«De sus trabajos están emergiendo orientaciones fundamentales para la vida de cada religiosa y de cada comunidad. Antes que nada, el compromiso de dejarse guiar por las perspectivas de ‘salir’, de ponerse en camino hacia las regiones de confines geográficos y existenciales, con una atención preferencial por los pobres y las diversas formas de exclusión», afirmó.

Después, el Santo Padre las alentó a persistir, con entusiasmo, en este camino de acción que el Espíritu Santo sugiere, abriendo sus corazones para acoger cada vez más las gracias interiores de Dios.

Con todo, para que todo eso sea posible de ser realizado, el Papa aconseja que es necesario colocar a Nuestro Señor Jesucristo en el centro de nuestra propia existencia, dejándose guiar por la Palabra de Dios, la única capaz de iluminarnos y orientar, alimentando de esta forma el espíritu misionero con la oración perseverante.

«Al mismo tiempo, ustedes son llamadas a testimoniar un ideal de comunión fraterna entre ustedes, con sentimientos de acogimiento recíproco, aceptando sus limitaciones y valorizando las cualidades y dones de cada una, según las enseñanzas de Jesús. Esto requiere un serio camino de formación, actualización, escucha, para inculturar el mensaje evangélico», aconsejó a las religiosas. (LMI)