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Valencia (Martes, 11-11-2014, Gaudium Press) Acercándose al tiempo de Adviento la sede de la delegación diocesana de Misiones del Arzobispado de Valencia, en España, acoge por estos días una exposición de artesanías monásticas conformada por más de 500 piezas elaboradas por las religiosas de clausura del Monasterio de Santa María Reina de Sigena, que hacen parte de la Familia Monástica de Belén de la Asunción de la Virgen y de san Bruno.
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| La muestra está conformada por figuras marianas y de santos, y se destacan piezas para el Belén elaborados con madera y piedra dolomita / Foto: AVAN-Alberto Saiz. |
La muestra está conformada por figuras marianas y de santos, y se destacan piezas para el Belén elaborados con madera y piedra dolomita, ya que se acercan las conmemoraciones navideñas; todas ellas pintadas a mano por las religiosas. Entre las imágenes sobresalen esculturas imponentes de Cristo Crucificado y de la Santísima Virgen, y se destacan más de 70 figuras elaboradas en madera, así como iconos sobre tejido, medallas, rosarios, libros de arte, fundas para las Biblias, velas e inciensos preparados en Tierra Santa por los religiosos de la Familia Monástica de los Hermanos de Belén.
Como ha ocurrido en años anteriores, los fondos que se recauden a través de la venta de los objetos artesanales, serán destinados para apoyar la labor que realiza la Familia de las Hermanas de Belén, que están presentes en España en las ciudades de Sigena, y en Jerez de la Frontera. También existen comunidades en Francia -donde las religiosas cuentan con talleres artesanales-, Italia, Bélgica, Portugal, Alemania, Austria, Polonia, Israel, Estados Unidos, Canadá, México, Chile y Lituania.
Las monjas de Belén de la Asunción de la Virgen y de San Bruno es una orden contemplativa dedicada a la oración, a la adoración de la Santísima Trinidad y a la vida fraterna, que nació en 1950 a raíz de la promulgación, por parte del papa Pío XII, del Dogma de la Asunción de la Virgen, según el cual María, Madre de Jesús fue asunta al Cielo en cuerpo y alma. Cuanto el Pontífice proclama tal Dogma en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, un grupo de peregrinos que se hallaban en la multitud son inspirados por el Espíritu Santo para que naciesen comunidades religiosas bajo este fundamento mariano.
Poco tiempo después, el 2 de febrero de 1951, nace la primera comunidad de religiosas de Belén en la diócesis de Sens, Francia, de donde se da su crecimiento y expansión hacia varios países.
Entre las múltiples actividades que realizan las religiosas para su sustento están precisamente las labores artesanales que desarrollan con gran habilidad y belleza.
Esta exposición artesanal no es la única que se prepara por estos días con motivo de Navidad. Es tradición que varios conventos españoles participen en las muestras de dulces conventuales que ocurren cada año en varias ciudades, siendo las más conocidas las que se llevan a cabo en Sevilla y Córdoba. En ellas se resalta la riqueza gastronómica que se esconde tras los conventos de clausura, y son ocasión para sensibilizar a los fieles sobre la necesidad que tienen las religiosas de fondos para el sostenimiento de sus conventos.
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Con información de AVAN.
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