jueves, 28 de marzo de 2024
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Visita Papal a la Parroquia San José, en Roma

Ciudad del Vaticano (Lunes, 15-12-2014, Gaudium Press) Este domingo el Papa Francisco hizo una visita pastoral a la Parroquia de San José, en Aurelio, Vía Boccea, en la zona oeste de la Diócesis de Roma.

El Papa pudo reunirse con varios sectores de la comunidad parroquial: los niños y los jóvenes de la catequesis, la comunidad de gitanos, los enfermos y familias con niños bautizados durante el año. Además atendió en confesión a algunos penitentes y presidió la celebración de la Santa Misa.

En el encuentro con los niños de la parroquia el Santo Padre compartió su experiencia del encuentro con el Niño Jesús. Habló de su primera comunión, 70 años atrás, el día 8 de Octubre de 1944. Antes de encerrar el encuentro con los niños, el Pontífice bendijo las imágenes del Niño Jesús que ellos habían traído.

Luego después de los niños, fueron algunos miembros de la comunidad de gitanos, que pudieron estar con Francisco. El Papa los aconsejó a siempre tener esperanza porque la esperanza es Jesús. Recordó que el Señor nos espera siempre. Después pidió para que rezasen mucho para que siempre haya paz en las familias.

El Papa, en seguida, visitó a los enfermos, teniendo un encuentro con cerca de 60 enfermos en la capilla de la Casa de los Oblatos de San José. Las palabras del Papa fueron breves, pero, pudo saludar uno por uno a los enfermos allí presentes. En esta ocasión él afirmó: «Sin ustedes la Iglesia no existiría, porque una Iglesia sin enfermos no iría adelante». «Ustedes son la fuerza de la Iglesia».

Finalmente estuvo con las familias de los niños bautizados durante el último año. Con ellas compartió parte de su historia. Recordó que fue bautizado el día de Navidad porque tradicionalmente en Argentina los niños eran bautizados 8 días después de su nacimiento. Dijo a las familias que cuando los niños lloran nadie debería lamentarse porque «el primer llanto de los niños es la voz de Dios».

Después de estar con las familias, el Papa Francisco atendió algunas confesiones en la sacristía de la Iglesia, pasando en seguida a realizar el acto final de su visita que fue la celebración de una Santa Misa. (JSG)

 

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