viernes, 19 de abril de 2024
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Palabras de exhortación del Papa en la solemnidad de Corpus Christi 2014

Roma (Jueves, 04-06-2015, Gaudium Press) A pocas horas de que dé inicio la tradicional procesión de Corpus Christi romana, que parte de la Basílica Catedral de San Juan de Letrán, y por la vía Merulana va hasta la Basílica de Santa María la Mayor, recordarmos aquí trechos de la exhortación del Papa Francisco, con ocasión de la celebración del Jueves de Corpus del año pasado, los que ya nos ponen en la perspectiva de la grandeza de la fiesta que hoy conmemoramos:

«En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros: un amor tan grande que nos nutre de sí mismo; un amor gratuito, siempre a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar las propias fuerzas».

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     Foto: Radio Vaticano

«Vivir la experiencia de la fe significa dejarse alimentar por el Señor y construir la propia existencia no sobre los bienes materiales, sino sobre la realidad que no perece: los dones de Dios, su Palabra y su Cuerpo».

«El Cuerpo de Cristo es el pan de los últimos tiempos, capaz de dar vida, y vida eterna, porque la esencia de ese pan es el Amor».

«Si miramos a nuestro alrededor, nos damos cuenta de que existen muchas ofertas de alimento que no vienen del Señor y que aparentemente satisfacen más. Algunos se nutren con el dinero, otros con el éxito y la vanidad, otros con el poder y el orgullo. Pero el alimento que nos nutre verdaderamente y que nos sacia es sólo el que nos da el Señor. El alimento que nos ofrece el Señor es distinto de los demás, y tal vez no nos parece tan gustoso como ciertas comidas que nos ofrece el mundo».

«Dentro de poco, en la procesión, seguiremos a Jesús realmente presente en la Eucaristía. La Hostia es nuestro maná, mediante la cual el Señor se nos da a sí mismo. A Él nos dirigimos con confianza: Jesús, defiéndenos de las tentaciones del alimento mundano que nos hace esclavos, alimento envenenado; purifica nuestra memoria, a fin de que no permanezca prisionera en la selectividad egoísta y mundana, sino que sea memoria viva de tu presencia a lo largo de la historia de tu pueblo, memoria que se hace «memorial» de tu gesto de amor redentor. Amén»

Con información de Radio Vaticano

 

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