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Medellín (Jueves, 09-07-2015, Gaudium Press) Comunidades y congregaciones religiosas de Colombia se dieron cita en la Catedral Metropolitana de Medellín el pasado martes 7 de junio para celebrar la Vida Consagrada. El homenaje, enmarcado en una solemne Eucaristía que fue concelebrada por los Obispos de Colombia, tuvo ocasión durante el segundo día de la 99º Asamblea Plenaria del Episcopado que se desarrolla esta semana y aborda entre sus temas la realidad de la vida religiosa en el país.
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| La Celebracion de la Vida Consagrada ocurrió en la Catedral Metropolitana de Medellín / Foto: CEC. |
Durante la Misa, Mons. Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), se refirió a la diversidad de carismas con los que cuenta la Iglesia recordando que el Evangelio se encarna en una «amplia variedad de realidades», una variedad que «nos lleva a anunciar a Jesucristo el Señor (…) El Evangelio se expresa a través de todos nosotros, a través de las costumbres -inspiradas también por el Evangelio-, que en definitiva forman una cultura cristiana».
Luego agregó: «La Vida Consagrada se expresa en una infinidad de modos, de maneras. Ahí entra la inspiración del Espíritu Santo (…) La Vida Consagrada tiene eso de especial; cada comunidad religiosa quiere expresar con su vida, con su espiritualidad, con su quehacer, un aspecto especial del Evangelio de Jesús. Y ese expresar un aspecto original del Evangelio, es lo que se llama un carisma».
También dijo lo importante que es la realidad de un carisma en la Vida Consagrada, ya que «es una manera original, única de vivir el Evangelio y, por lo tanto, de mostrar a todos la riqueza múltiple del Evangelio».
En este sentido Mons. Castro aseguró que la riqueza del carisma viene también a enriquecer la vida de la diócesis, ya que «fuera de manifestarlo con su vida e interiormente, también lo manifiesta con la evangelización, porque el acento de cada comunidad en el Evangelio es diferente. Esto hace que cualquier diócesis donde esté presente la vida religiosa, tenga una riqueza maravillosa en términos de vivencia evangélica y de encarnación del Evangelio».
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| Mons. Luis Augusto Castro destacó la riqueza de los carismas para la realidad de las diócesis. / Foto: CEC. |
El Presidente del Episcopado Colombiano también habló de los riesgos del demonio ante la vida religiosa en el «perder la originalidad de los carismas» al volverse éstos genéricos, ya que «cada consagrado se ha comprometido a expresar un aspecto específico, original, único del Evangelio de Jesús».
Más adelante señaló que la vida religiosa y los carismas parten de un encuentro personal con Jesucristo: «Hay algo que es fundamental: el encuentro personal con Jesucristo. Sin eso lo demás sería una tontería (…) Qué bonito que nosotros tengamos presente que antes de anunciar, tenemos que vivir el encuentro (…) Debemos primero vivir la experiencia de Jesús y después la podemos contar, proclamar, pero a partir de la vivencia del Señor».
Al culminar la Santa Misa, los miembros de la Vida Consagrada fueron homenajeados con un concierto de música sacra.
Con información de la Conferencia Episcopal de Colombia.
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