jueves, 28 de marzo de 2024
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Cardenal Arzobispo de Lima: "Cuando el pecado te llegue al alma pide perdón, confiésate"

Lima (Martes, 13-10-2015, Gaudium Press) El Cardenal Juan Luis Cipriani presidió la Santa Misa de inicio del Año Jubilar de Manchay, en las afueras de Lima, por el 20° aniversario de fundación de la parroquia El Espíritu Santo. La celebración eucarística se llevó a cabo el domingo 11 de octubre, fiesta de la Virgen del Rosario, patrona de Manchay con la participación de miles de fieles.

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En la homilía, el Arzobispo Primado del Perú agradeció a todos los fieles de la localidad por la devoción a la Virgen de Rosario y resaltó cómo el Papa Francisco en Roma meditó sobre la mirada de Jesús en la cruz.

No te desanimes

«Míralo a Él, no tengas miedo. No te desanimes. No hay ningún motivo para estar tristes. Cuando el pecado te lleve al alma pide perdón, confiésate. Piensa también en la mirada de María a Jesús en la cruz», señaló.

«Por eso le decimos a María: «Madre, mírame con compasión», porque necesitamos que María nos mire con ese cariño aunque tengamos muchos pecados. Piensa muchas veces al día, en la mirada María que te mira a ti y a tus hijos, a los enfermos y a los niños. Nuestra madre con su mirada nos trae la alegría y paz», añadió.

En ese sentido, animó a los fieles de Manchay a acercarse más a la Virgen, de manera particular en la advocación de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la localidad.

«María y Jesús miran tu corazón. Con esos ojos puros procura también mirar a tu esposo, a tu esposa, a tus padres, a tus abuelos, a tus hijos y a tus nietos; míralos con la mirada de Jesús y de María», refirió.

Gran misión en Manchay y Cieneguilla

En otro momento, el Cardenal Juan Luis pidió a todos los manchaynos realizar una gran misión para promover los sacramentos de iniciación cristiana en toda la región.

«Tenemos que hacer una gran misión para que el bautizo, la primera comunión y la confirmación lleguen a todos los rincones de Manchay y de Cieneguilla. Una gran misión con la mirada de Jesús y de María y también para que los que pueden y deben casarse, se casen; esa es la alegría más grande que puede traer la Iglesia: el amor de Dios en los sacramentos», señaló.

«Cuando uno ve a Manchay después de tantos años, uno dice, gracias a Dios, gracias al Padre José y gracias a todos los que han colaborado para que Manchay sea y siga siendo un pueblo vivo, alegre y católico», culminó.

Concelebraron con el Cardenal Juan Luis, el Padre José Chuquillanqui, párroco de Manchay, el Padre Litman Rodríguez, así como sacerdotes de distintas partes del Perú y de la arquidiócesis de Lima.

Al término de la Misa, el Padre José Chuquillanqui agradeció al Cardenal Juan Luis su cercanía, cariño y apoyo a la comunidad de Manchay en todos estos años en que es arzobispo de Lima. También recordó el trabajo del Cardenal Augusto Vargas, quien fundó la parroquia y estuvo en los inicios de la labor pastoral y de acción social en dicha localidad.

Con información del Arzobispado de Lima

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