jueves, 25 de abril de 2024
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Celos y envidia: pecados que matan con la lengua, dice Francisco

Ciudad del Vaticano (Viernes, 22-01-2016, Gaudium Press) Este jueves 21 de enero, día en que la Iglesia hizo la memoria de Santa Inés, el Papa Francisco volvió a celebrar la Eucaristía en la Capilla de la Casa Santa Marta, por la mañana.

Celos y envidia

El tema de la homilía de Francisco fue los celos y la envidia, basado en la primera lectura de la liturgia del día. En el transcurso de su sermón, el Papa pidió a Dios que nos preserve de esos dos pecados que existen entre nosotros y tienen como arma para matar a los otros la lengua.

Envidia: una cosa fea

La Primera Lectura (1 Sam 18, 6-9: 19,1-7) narra los celos de Saúl, Rey de Israel, con relación a David. Después de la victoria contra los filisteos, las mujeres cantan con alegría diciendo: «Saúl mató mil, pero David 10 mil».

Francisco destacó que Saúl en ese momento decidió matar a David. Pero, los consejos de su hijo Jonathan lo hacen volver atrás, por poco tiempo… Saúl volvió a alimentar su mala decisión.

El Papa comentó que los celos son «una enfermedad»:

«¡Qué cosa fea es la envidia! Es una actitud, un pecado feo. Y en el corazón, los celos o la envidia crecen como la hierba dañina: crecen, pero no deja la hierba buena crecer. Todo lo que piensa que puede ofuscarlo, le hace mal. ¡No está en paz! ¡Es un corazón aturdido, es un corazón feo! Pero también el corazón envidioso – oímos aquí – lleva a matar, a la muerte. Y la Escritura lo dice claramente: por envidia del diablo, la muerte entró en el mundo».

La envidia mata

Dijo además Francisco: La envidia «mata y no tolera que el otro tenga algo que yo no poseo. Y siempre sufre, porque el corazón del envidioso o del celoso sufre. Es un corazón sufridor», un sufrimiento que desea «la muerte de los otros. Pero cuántas veces, exclamó el Pontífice, en nuestras comunidades – no debemos ir muy lejos para ver eso – por celos se mata con la lengua. Alguien tiene envidia de aquel, de aquel otro y comienzan los chismes: ¡y los chismes matan!»:

Continua el Pontífice y aconseja:

«Y yo, pensando y reflexionando sobre este trecho de la Escritura, me invito a mí y a todos a entender si en mi corazón existe algo de celos, de envidioso, que siempre lleva a la muerte y no me hace feliz; porque esta enfermedad lleva siempre a ver lo que el otro tiene de bueno como si fuese contra usted. ¡Esto es un pecado muy feo! Es el inicio de muchas criminalidades. Pidamos al Señor que nos dé la gracia de no abrir el corazón a los celos, de no abrir nuestro corazón a las envidias, porque estas cosas causan la muerte».

Jesús fue muerto por envidia

Para finalizar sus palabras Francisco recordó también que Marcos, en el Evangelio, dice que Pilatos percibió que los jefes de los escribas le iban a entregar a Jesús por envidia:

«La envidia -según la interpretación de Pilatos, que era muy inteligente, pero cobarde- es lo que llevó a Jesús a la muerte. El instrumento, el último instrumento. Lo entregaron por envidia. Pidamos también la gracia de no entregar nunca, por envidia, a la muerte, un hermano, una hermana de la parroquia, de la comunidad, ni un vecino del barrio. Cada uno tiene sus pecados, cada uno tiene sus virtudes… son propias de cada uno. Mirar el bien y no matar, con calumnias, por envidia o celos». (JSG)

(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de RV)

 

 

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