jueves, 28 de marzo de 2024
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Obispos de Estados Unidos continuarían su lucha por la libertad religiosa

Washington (Martes, 10-05-2016) Desde agosto de 2011, el llamado mandato antinatalista del Departamento de Servicios Humanos y de Salud de Estados Unidos ha marcado una línea importante del testimonio de la Iglesia en la vida pública norteamericana. Al objetar de modo claro la medida que pretende obligar a los empleadores a financiar productos como fármacos abortivos, esterilización y anticonceptivos, incluso hasta llegar a los tribunales, la jerarquía de la Iglesia y muchos de sus miembros han tenido que comunicar de forma enfática la necesidad de respeto de su libertad religiosa. Por este motivo, cada vez que se acerca un cambio en el liderazgo de la Iglesia local una de las principales preguntas es si se continuará la dura lucha para preservar este derecho. El editor del informativo católico Crux, John Allen, considera que la respuesta es afirmativa.

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Cardenal Daniel DiNardo, Vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Foto: Gary Gayda.

En un análisis publicado el pasado 09 de mayo, Allen hace un balance de lo que podría ser el futuro de la Iglesia en Estados Unidos tras la Asamblea Plenaria de Otoño de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), que se celebrará en el mes de noviembre. En esta ocasión se producirá el relevo en la presidencia de la Conferencia y, si todo ocurre como es ya tradición en ese país, quien ocupará el cargo será el actual Vicepresidente, Cardenal Daniel DiNardo.

«La libertad religiosa es una preocupación genuina», indicó el purpurado en un reciente comentario al video publicado por la USCCB en favor de la libertad religiosa y divulgado por Crux. «No es sólo sobre los mandatos antinatalistas, sino que comprende el futuro de las caridades católicas y otras instituciones nuestras. De manera creciente, el gobierno parece estar tratando de constreñir las instituciones religiosas. Es muy coercitivo».

El Cardenal también aboga por el trabajo conjunto entre los católicos y las autoridades diplomáticas del país en favor de los cristianos perseguidos en el mundo, promueve las obras caritativas de la Iglesia y ha expresado su voluntad de acompañar a los creyentes que atraviesan situaciones morales complejas si bien ha aclarado que «existe una diferencia entre acompañar a las personas y aprobar todo lo que hacen».

Sus opiniones cobran una mayor importancia, además de representar a la Iglesia del suroeste de Estados Unidos (es el primer Cardenal oriundo de esta región), gracias a su nombramiento como Vicepresidente de la USCCB en 2013. Hoy, tras tres años de servicio, podrían ser indicativas del rumbo que la Iglesia del país podría tomar en los próximos años.

Con información de Crux Now.

 

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