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Washington (Viernes, 13-05-2016, Gaudium Press) Un controvertido reporte elaborado por una organización laicista que critica a los hospitales católicos en Estados Unidos llama la atención sobre algo que es en realidad una buena noticia: Una de cada seis camas de hospital en Estados Unidos está en una institución católica. El notable servicio de la Iglesia en el campo de la salud es criticado por su negativa a participar en procedimientos inmorales como el aborto, lo cual es también un indicador positivo sobre su desempeño.
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| El crecimiento de los hospitales católicos y su fidelidad a la doctrina moral de la Iglesia motiva las acciones de sectores laicistas en su contra. Foto: Turner. |
Los hospitales católicos de Estados Unidos cumplen una directiva de los Obispos titulada «Directivas Éticas y Religiosas para los Servicios de Salud Católicos» en la cual queda estipulada la objeción de la Iglesia frente al aborto, la esterilización y anticoncepción de emergencia, entre otros procedimientos que no se prestan en las instituciones católicas. El reporte de la organización laicista American Civil Liberties Union acusa a los hospitales de «poner en riesgo» a las mujeres al no incluir estos servicios.
Esta interpretación del reporte fue rechazada por varias organizaciones, entre ellas el Centro Nacional de Bioética Católica, cuya directora, Marie Hilliard, indicó a CNA que «si las directivas se aplican apropiadamente, no se comprometería el bienestar de los seres humanos». El fundador del Instituto Papa Pablo VI para el Estudio de la Reproducción Humana, Dr. Thomas Higers, catalogó el reporte como un intento de «imponer su sistema de valores al resto de nosotros» y de marginar a la Iglesia Católica a pesar de su servicio, el cual ha beneficiado a muchas personas, en particular a los más necesitados.
La organización que publicó el reporte ya tiene un historial de acciones en contra de hospitales católicos a causa de su fidelidad a la doctrina moral de la Iglesia, incluyendo una demanda en contra de Trinity Health Corp, en 2015, la cual tuvo que ser retirada. «La ACLU ha estado intentando forzar a los profesionales de la salud católicos a realizar abortos desde hace largo tiempo, lo cual sugiere que su finalidad en realidad es forzar a todos a la complicidad con el aborto», indicó Ashley McGuire, miembro de The Catholic Association. Para ella, esta conducta «es lo opuesto a proveer realmente cuidados que salvan vidas, algo sobre lo cual el segundo sistema de hospitales no gubernamentales de la nación conoce una cosa o dos».
Con información de National Catholic Register.
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