jueves, 28 de marzo de 2024
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Arzobispo de Santiago preside Solemnidad de la Santísima Trinidad junto con internas de la cárcel de mujeres en Chile

Santiago (Lunes, 23-05-2016, Gaudium Press) Una particular celebración de la Solemnidad de la Santísima Trinidad se realizó el domingo 22 de mayo en la Iglesia de Santiago, donde el arzobispo capitalino, cardenal Ricardo Ezzati, se trasladó hasta el Centro Penitenciario Femenino para presidir la Santa Misa junto a las internas. Sin embargo, el pastor no concurrió sólo al penal, sino que fue acompañado de manera inédita por más de 60 monjas de claustro, quienes hicieron una pausa en su voluntario encierro permanente para compartir con las mujeres reclusas.

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Cardenal Ezzati recibe a las religiosas

«No sé si en los más de 400 años de la historia de Santiago, en otra ocasión las hermanas contemplativas de diversos monasterios se hayan encontrado a celebrar la eucaristía con un grupo de hermanas que están detenidas, pero que son hermanas en la fe», dijo el prelado durante la liturgia. Y agregó: «las monjitas de clausura son los brazos levantados de la ciudad para interceder ante Dios por todos nosotros, especialmente por los que más sufren».

Durante su homilía el cardenal Ezzati aseguró que este encuentro de hoy «es la noticia más bella de la Iglesia en Santiago, la noticia más fecunda de hoy. Un encuentro para que las hermanas que contemplan el rostro de Dios todos los días en la oración, lo puedan contemplar también en el rostro de personas que están sufriendo, viviendo un momento difícil de sus vidas».

Durante la eucaristía, las religiosas entonaron hermosos himnos religiosos junto a las internas. Al término de la misa, las monjas ofrecieron a la Santísima Virgen un canto folclórico de «cueca», que se reiteró en varias oportunidades ante el espontáneo baile de las reclusas con algunas religiosas y la alegre y entusiasta reacción de las asistentes.

Al finalizar, algunas de las participantes pudieron compartir su experiencia con la prensa de Iglesia, agradeciendo profundamente la visita del pastor junto a las hermanas.

Ana Urrutia confesó estar «muy emocionada, fue muy bonito el encuentro con ellas, y quedamos admiradas, porque bailaron y usaron las máquinas para hacer ejercicios. No esperábamos eso. Su presencia me dio paz y tranquilidad».

Por su parte, la hermana María Rosa, de las Carmelitas Descalzas del monasterio San José dijo que «lo primero que me llama la atención que este encuentro sea en un día como hoy, día de la Santísima Trinidad. Eso significa que Dios habita en cada alma. Ha sido una gracia compartir con ellas, sentirme muy hermana, sentir su dolor, su alegría y hacerse un con ellas».

Con información del Dpto. de Comunicaciones del Arzobispado de Santiago

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