viernes, 29 de marzo de 2024
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Turín celebra a su Patrona; la Virgen de la Consolación

Turín (Martes, 21-06-2016, Gaudium Press) Con solemnes celebraciones litúrgicas y procesiones, la Diócesis de Turín en Italia celebró este lunes 20 la fiesta de su Patrona: la Virgen de la Consolata o de la Consolación. La festividad estuvo marcada por sucesivas Eucaristías que tuvieron lugar desde las 6:00 horas en el Santuario de la Consolata, siendo la principal la que presidió a las 11:00 el Arzobispo de Turín, Mons. Cesare Nosiglia, quien dio apertura a la Puerta Santa, la cuarta para la diócesis en este Año Santo de la Misericordia.

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Se dice que la imagen de la Virgen de la Consolata fue pintado por San Lucas / Foto: Gaudium Press.

Durante la homilía, el prelado abordó el pasaje del Evangelio de San Juan sobre las bodas de Caná, cuando María dice a los que servían: «Haced todo lo que os dijere», señalando que la Virgen «buscó y encontró el reino de Dios en la fe, en el servicio de Dios y en la continua obediencia a su voluntad», y que por esta razón «sabe preocuparse, de modo eficaz, en las necesidades materiales de los esposos de Caná. Porque la fe y el amor de Dios, si llenan el corazón, lo abren también al amor hacia los demás».

Señaló que el estilo de vida de Jesús y de María, descrito también en el Evangelio, se caracteriza por su sencillez y la pobreza de los medios, pero por una gran riqueza de relaciones sinceras y verdaderas entre Dios y los demás. «Dios cuenta más de todos y de todo por Cristo y por su Madre. Es por esto que las personas valen más que nada en el mundo. Quien ama a Dios no puede no amar al prójimo, porque dentro de su corazón el Espíritu hace y conduce esta unidad», añadió el Arzobispo de Turín.

En otro momento hizo un llamado a salir del egoísmo y educar en el amor: «No es esta una educación fácil e inmediata de conseguir, porque cada persona es inducida a buscar su propio territorio de influencia, es espacio vital de su propiedad -sea personal, como familiar o de grupos y comunidades-, e impide a cualquiera entrar por miedo a tener que compartirlo con otros».

Es por esta razón que el prelado, al culminar la homilía, oró a Nuestra Señora de la Consolata para que ayude a vivir y a testimoniar «nuestro servicio en casa y hacia quienes están en necesidad con fe en el Señor y espíritu de verdadero cuidado y fraternidad».

Tras la Eucaristía, y otras dos sucesivas celebraciones litúrgicas en honor a la Patrona de Turín, a las 20:30 horas tuvo lugar una solemne procesión en el centro histórico de la ciudad, presidida por la venerada imagen de la Virgen de la Consolación y con la presencia también del Arzobispo, y de centenas de fieles. «María Consolata ha sido siempre, en la historia de nuestra tierra, madre amorosa y rica de misericordia y de piedad. A ella dirigimos nuestros ojos y nuestro corazón, con la certeza de encontrar un puerto seguro e una renovada esperanza de bien», dijo en la ocasión Mons. Nosiglia.

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La fiesta también estuvo marcada por una procesión con la imagen de la Patrona de Turín / Foto: Gaudium Press.

Se dice que la imagen de Nuestra Señora de la Consolata, traída a Turín desde Palestina en el 354 por San Máximo, fue pintada por San Lucas. San Máximo ubicó la imagen en una capilla que estaba situada al lado de una Iglesia dedicada a San Andrés, por lo que muy pronto la población comenzó a venerar la imagen llamando a la Virgen con el título de Consoladora, cuya expresión popular es Consolata.

Tiempo después, la pintura de María se extravía, siendo encontrada por un ciego a quien Nuestra Señora le regresa la vista e le indica dónde se hallaba el cuadro. Posteriormente el rey Adruino erige una nueva capilla para la Virgen en agradecimiento a una curación milagrosa.

De la redacción de Gaudium Press, con información de Diocesi di Torino.

 

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